Balears es una de las Comunidades Autónomas con mayor implantación de los seguros sanitarios de carácter privado. Varias circunstancias coinciden en hacer posible que ello sea así.
La primera de ellas tiene que ver con la tradición. En efecto, incluso en épocas pretéritas en las que la sociedad balear era muy diferente a la de hoy, con variables económicas y sociológicas diametralmente distintas, el protagonismo de la sanidad privada se hacía sentir con fuerza entre la población. Desde este punto de vista, el arraigo de esta oferta asistencial se ha ido consolidando con el paso de los años y las décadas, más allá de las vicisitudes y los contextos que han ido presidiendo el devenir de los tiempos.
Por otro lado, no cabe ninguna duda de que la evolución imparable de la sanidad privada en Balears guarda una relación estrecha, y casi podríamos decir que íntima, con los problemas de financiación que desde épocas inmemoriables han aquejado al archipiélago.
De hecho, el maltrato al que las sucesivas administraciones del Estado someten a las islas en este aspecto concreto no ha surgido espontáneamente, ni tampoco se circunscribe a la época actual. Históricamente, Balears ha aportado al conjunto del Estado mucho más de lo que ha recibido, y esto es así hoy, como lo era, evidentemente en circunstancias muy distintas, en la etapa anterior al boom turístico.
Frente a ello, los ciudadanos de Balears, fieles a su conocido e inconmovible pragmatismo, han preferido, como han hecho siempre, buscar la opción alternativa, renunciando a movilizaciones y reivindicaciones que, incluso en el caso de que se salden positivamente, precisan de una gran cantidad de tiempo para hacerse factibles.
Existe, finalmente, un tercer vértice del triángulo: las extraordinarias prestaciones que los hospitales y clínicas del sector privado están en condiciones de poner a disposición de sus usuarios. Así era en el pasado, y lo es aun más hoy en día, gracias a la apuesta por la profesionalidad y por inversiones ambiciosas y pioneras en el terreno de la tecnología asistencial.
Todas estas piezas, juntas y por separado, ofrecen la clave de por qué los usuarios de la sanidad privada en Balears otorgan una valoración especialmente elevada a las prestaciones que reciben, tal como se hace eco Salut i Força en la presente edición, recopilando los datos del Barómetro de 2017.