P.- Comencemos por una pregunta muy directa. ¿Tienen razón quienes se quedan de que, una vez que han escogido a sus diputados en el Congreso, apenas vuelven a tener noticias de ellos?
R.- No es el caso, al menos, de Ciudadanos. Y, por supuesto, tampoco es mi caso. En mi partido nos esforzamos por representar dignamente a los electores que han confiado en nuestras propuestas, y lo hacemos desde la honestidad y la transparencia, tratando de cumplir los compromisos que hemos adquirido. De hecho, el surgimiento de una alternativa como la que representa Ciudadanos nació de la necesidad imperiosa de regenerar la actividad política, de hacerla más participativa, más próxima, más realista. Y también más efectiva, es decir, con una incidencia más real y concreta en el bienestar y la calidad de vida de los españoles.
P.- Imaginamos que el pragmatismo, o el posibilismo si prefiere esta palabra, que Ciudadanos siempre ha enarbolado tiene que ver con su decisión de apoyar en su momento la investidura de Mariano Rajoy como presidente del Gobierno…
R.- Tiene que ver con muchas de las decisiones que hemos ido tomando. Por ejemplo, nuestra participación en la elaboración de los presupuestos, en cuyo proceso hemos intentado incorporar el máximo posible de nuestras propuestas desde la firme convicción de que eran buenas y positivas para el conjunto del país. Está claro que España necesita de una regeneración en toda línea, pero este objetivo tan importante no se consigue protestando en la calle, sino alcanzando acuerdos en las instituciones entre todas las fuerzas políticas. Lógicamente, esos acuerdos implican negociar y hacer renuncias, pero eso forma parte del juego político tal como nosotros lo entendemos, que no es otro que priorizar las propuestas verdaderamente relevantes.
P.- ¿Cómo es el día a día de un diputado en el Congreso por Balears?
R.- En mi caso, trabajo sin desmayo para defender los intereses de estas islas desde mi condición de diputado adscrito al partido político Ciudadanos. No es mi intención calentar una silla, ni tampoco ir al Congreso a pasar el tiempo. Todo lo contrario. Desde la oposición al Gobierno, los diputados de Ciudadanos nos implicamos en que la acción política resulte beneficiosa para el conjunto de las personas de este país, y, por supuesto, si hablamos de Balears, procuro aportar humildemente mi grano de arena para que esta Comunidad Autónoma vaya superando algunos de sus problemas más endémicos, se halle mejor financiada, cuente con infraestructuras que favorezcan la actividad económica y disponga de los equipamientos sanitarios y la protección social que los hombres y mujeres de estas islas merecen.
P.- Y ya que se ha referido usted a la sanidad, ¿son numerosas las necesidades existentes en Balears dentro de este ámbito?
R.- La sanidad es un mundo muy complejo. Lo sé perfectamente, porque en su momento ocupé una responsabilidad ejecutiva en el sector asistencial como gerente del Hospital Comarcal de Inca y, por tanto, como se suele decir, conozco el terreno que piso. En Balears contamos con grandes profesionales y buenas infraestructuras. Ahora bien, eso no significa que no haya que seguir avanzando. Hay que destinar más financiación para que los hospitales y centros médicos del archipiélago acojan las reformas y ampliaciones que precisan, para que los profesionales dispongan de los mejores medios y recursos, y para que problemas antiguos como las listas de espera se vayan resolviendo. En ello estamos, y sin perder nunca de vista los criterios que impregnan la filosofía de Ciudadanos, que no son otros que el diálogo y el consenso.
P.- ¿Es partidaria su formación política de una recentralización de las competencias sanitarias, actualmente en manos de las Comunidades Autónomas?
R.- No, no es esa la propuesta que Ciudadanos defiende. Pero sí que estamos a favor de acabar con determinadas situaciones que impiden cumplir algunos de los principios básicos de nuestro marco legal y constitucional, como la igualdad de todos los españoles, independientemente del territorio en el que residan. No puede existir una sanidad de primera división y otra de segunda en un mismo país, porque eso supone incumplir el derecho a acceder a la máxima calidad asistencial sin verse penalizado por el punto geográfico de que se trate. Como es razonable, la aplicación de este principio no ha de materializarse solo en la teoría, sino más bien en la práctica, y ello ha de suponer equipar las condiciones de financiación de la sanidad en todas las comunidades autónomas.
P.- El conocimiento de la lengua catalana, ¿ha de ser un requisito o un mérito para trabajar en la sanidad pública balear?
R.- En nuestro partido siempre hemos defendido que los derechos no pertenecen a los idiomas, sino a los ciudadanos que los hablan. En este sentido, si una determinada prerrogativa, como pueda ser la exigencia de una lengua va en detrimento de la posibilidad de contar con los mejores profesionales, está claro que se está perjudicando el derecho de los pacientes a acceder a una mejor calidad médica y asistencial, ya que esta, básicamente, reside en los trabajadores y en su capacidad para atender a los enfermos y ayudarles en su proceso de superación de una dolencia. Desde este punto de vista, plantear el catalán como un requisito puede erigirse en un obstáculo para que Balears cuente con los especialistas más preparados, y, como es lógico, esto no sería en absoluto positivo.
Entrevista a Fernando Navarro, diputado de Ciudadanos por Baleares. Programa Salut i Força a Canal 4 Televisió 29/09/2017.
