Fundamental, necesaria, imprescindible. Seguro que todos nos sabemos la teoría: para tener una buena relación de pareja hay dos cuestiones básicas: la confianza y la buena comunicación. Verdad, verdadera… Pero también hemos de reconocer lo complicado que es a veces poder aplicar esa teoría en la práctica diaria. Sobre todo cuando el malestar se acumula precisamente porque nos hemos callado demasiadas cosas ya. Y, de pronto, sin más, explotamos.
“En una relación podemos pensar que el ideal sería decir algo correcto en el lugar correcto, pero, en muchos casos, es más difícil no decir algo incorrecto en un momento tentador”, advierte Mar Puigserver, psicóloga sanitaria del grupo médico Clinic Balear. Una perspectiva que es posible que muchos no nos hayamos parado a contemplar nunca pero que es cierto que más a menudo de lo que nos gustaría está presente.
Especialista en la materia, Mar Puigserver reconoce que los problemas de comunicación en la pareja son de los más habituales de los que trata en consulta y que la gran mayoría surgen por una falta de comunicación o por la mala comunicación.
Pero, ¿qué diferencia hay entre una y otra? y, por tanto, ¿cuál es la buena comunicación? La responsable de Psicología Sanitaria del Grup Clinic Balear lo explica de forma simple: “una buena comunicación es la forma de intercambiar mensajes con la otra persona con la intención de conectarnos y compartir (ideas, valores, emociones, metas…). Por ello, no debemos perder de vista que es esencial que la otra persona escuche y muestre interés”.
Cuando esto que señala Puigserver falla, es cuando surgen los problemas reales que, si no se resuelven correctamente, se van acumulando en el tiempo.
“La mayoría de los problemas surgen o porque no se escuchan realmente uno al otro o porque se dejan de hablar adecuadamente.
También es muy típico intentar castigar al otro evitando la comunicación, ignorándolo”. Y es en estos casos cuando entramos en esa fase en la que creemos que todo está perdido. Pero no tiene por qué ser así.
deja las adivinanzas Quién no haya estado en esta situación que levante la mano: pretender que nuestra pareja nos dé aquello que queremos sin tener que pedírselo.
Claro error, asegura Puigserver mientras explica que es importantísimo huir de este juego de adivinanzas: “ya desde los primeros momentos tendemos a cometer algún error en la comunicación, como por ejemplo, creemos que si la otra persona nos quiere, tiene que saber lo que queremos y necesitamos, para dárnoslo, sin que tengamos que pedirlo”.
lo que se dice… y lo que no Para mantener una pareja sólida, con un vínculo firme y duradero, todas las parejas deben aprender a establecer un diálogo “respetuoso y fluido” diario, constante, tanto en los aspectos verbales como en los no verbales.
El detalle corporal es sumamente importante porque, de hecho, a veces se puede hacer más daño con los gestos que con lo que se dice: evitar muestras de desprecio, no caer en movimientos agresivos o violentos, no invadir el espacio personal del otro… Esto como mínimo y aunque la rabia te pueda.
Otra cuestión vital para una buena comunicación de pareja es no dejar las conversaciones difíciles para otro momento sino afrontarlas juntos desde la calma, buscando el contexto apropiado pero sin posponerlas indefinidamente en el tiempo.
Puigserver admite que el día a día actual, con tantos imputs, tantas obligaciones y tan poco tiempo acaba por extenuarnos y dejarnos sin energía para esas conversaciones diarias que son el fundamento de una buena relación de pareja.
malas rutinas Pero además de ese día a día que a todos nos supera, hay otras trabas que dificultan la comunicación y que deberíamos tener en cuenta para evitarlas o, al menos, no abusar de ellas: la televisión encendida, el teléfono móvil, el Whatsapp y las redes sociales.
Desde el Grup Clinic Balear, la psicóloga Puigserver nos propone un test breve e interesante para saber si estamos haciendo las cosas bien… o rotundamente mal:
• ¿Cuántas veces estás en la misma habitación con tu pareja (a nivel físico) pero cada uno está con su móvil, su libro, su tablet o la tele sin intercambiar ni una sola palabra?
• ¿Durante cuántos días seguidos podemos llevar el mismo patrón de actuación?
• Si tienes hijos, ¿están ellos presentes en estas situaciones? No debemos dejar de lado, que somos los primeros modelos para nuestros hijos/as.
Cuidar las palabras, los gestos y los momentos es clave para tener una buena comunicación dentro de la pareja.
Y, como remarca Puigserver, a modo ya de conclusión: “la solución es priorizar, dar importancia a aquello que realmente la tiene, ser conscientes de la importancia de compartir y de que compartir la vida significa compartir no solamente estar sin más”.
Para más información: Unidad de psicología Grup Clinic Balear
Tel.971466262 (ext.2)