Juan Riera Roca /
Un equipo de científicos liderado por Roger Gomis en el Instituto de Investigación Biomédica de Barcelona (IRB, por sus siglas en catalán) ha identificado una proteína que mantiene dormidas las células metastásicas del cáncer de mama y ha dado a conocer uno de los mecanismos que permite a esas células salir de la latencia.
Estos avances permitirán en el futuro detectar a las pacientes con más riesgo de desarrollar metástasis en un plazo más corto de tiempo, permitiendo diseñar acciones terapéuticas, y abrir paso a procedimientos que dejen las células metastásicas en estado de latencia, dormidas, el mayor plazo de tiempo posible.
El tiempo en que se producen las metástasis en cáncer de mama varía mucho de paciente a paciente, siendo poco conocidos los mecanismos que gobiernan el estado durmiente (latencia) de las células ya esparcidas. Avanzar en este ámbito ha sido el objetivo de un trabajo liderado por el Instituto de Investigación Biomédica (IRB Barcelona).
El proyecto se ha desarrollado en el laboratorio dirigido por el investigador ICREA Roger Gomis, identificando genes involucrados en el estadio latente asintomático de estas metástasis, ayudando a comprender a nivel molecular cómo la pérdida de expresión de determinados genes facilita la expansión de las lesiones metastásicas.
El equipo ha analizado el tipo más frecuente de tumor de mama, el estrógeno positivo (ER +) ―que representa el 80% de los casos de tumores de mama―, y que se caracteriza por un largo período de latencia con ausencia de síntomas. El trabajo se ha publica hoy en Nature Cell Biology.
El equipo ha identificado la proteína quinasa MSK1 como un regulador importante de las metástasis durmientes o latentes. Los científicos han confirmado en muestras clínicas de tumores de pacientes que los tumores de cáncer de mama ER + que no expresan MSK1 asocian a un riesgo de recurrencia más madrugador.
Sin embargo, aquellos que lo expresan harán metástasis más tarde en el tiempo. «En el laboratorio estamos interesados en comprender los mecanismos de metástasis y la componente tiempo de este proceso», explica Roger Gomis, jefe del laboratorio de Control de Crecimiento y Metástasis del Cáncer. Y añade:
«Hasta ahora, los mecanismos que permitían las células de cáncer de mama salir de la latencia eran poco conocidos en modelos preclínicos y menos en pacientes». Los investigadores apuntan que en un futuro este descubrimiento podría favorecer a los pacientes en dos direcciones, con beneficios para su estado.
En primer lugar, para identificar aquellos con riesgo cercano de sufrir recaídas y ajustar así el tratamiento según el pronóstico. En segundo lugar, se podría probar de mimetizar la función de la quinasa MSK1 en un tratamiento con el objetivo de mantener las lesiones metastásicas en estado de latencia y asintomáticas durante el máximo posible.
El trabajo se ha hecho en colaboración con el laboratorio de Salvador Aznar Benitah y Angel R. Nebreda, ambos del programa de Oncología del IRB Barcelona, y con los laboratorios de Violeta Serra, del Valle de Hebrón Instituto de Oncología (VHIO), Aleix Prat, del Hospital Clínico de Barcelona y Joan Albanell, del Hospital del Mar.
La primera autora del artículo la ex estudiante de doctorado de «la Caixa» en el IRB Barcelona, Sylvia Gawrzak, actualmente en el Laboratorio Europeo de Biología Molecular (EMBL), en Alemania. El estudio ha recibido financiación del Ministerio de Economía y Competitividad a través del fondo FEDER.
También ha sido financiado por la AGAUR de la Generalitat de Cataluña, la Fundación BBVA, la Worldwide Cancer Research y del Centro de Investigación Biomédica en Red de Cáncer (CIBERONC), del cual el investigador Roger Gomis forma parte, según han informado fuentes del IRB de Barcelona.