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“Hemos iniciado un proyecto pionero en Balears y en toda España que redundará en beneficio de la alimentación de los enfermos de cáncer”

JOSEP LLUCH, NUTRICIONISTA Y COORDINADOR DEL SERVICIO DE ASESORAMIENTO NUTRICIONAL DE LA AECC EN CIUTADELLA
La alimentación es un factor esencial en cualquier tratamiento de cáncer, porque la prioridad es mantener un peso adecuado y un buen estado nutricional para favorecer la recuperación del paciente. Esta es la premisa desde la que trabaja el nuevo servicio de asesoramiento nutricional gratuito que aecc Balears ha iniciado en Ciutadella, bajo la dirección del nutricionista menorquín Josep Lluch.

P.- ¿Qué tipo de prestación ofrece este nuevo servicio a los pacientes con cáncer?

R.- Consiste en un servicio de asesoramiento nutricional gratuito dirigido a los enfermos oncológicos, si bien mantenemos una línea de prioridad con aquéllos que se hallan en fase de tratamiento activo. Resulta importante destacar que se trata de una consulta pionera no solo en Balears, sino en toda España, y su principal finalidad es la de compensar los efectos que los tratamientos causan en el paciente, como nauseas, mareos o falta de apetito, y prevenir una posible situación de desnutrición.

P.- Cuando una persona desarrolla un cáncer, ¿inevitablemente se ve afectado su estado nutricional?

R.- Generalmente sí, porque es habitual que en ese paciente acontezcan períodos de desorden alimenticio a causa del efecto que el tumor causa en el organismo, o, por supuesto, a tenor de las consecuencias que se derivan de tratamientos como la quimioterapia. Todos estos factores contribuyen a que para el paciente resulte difícil mantener una buena alimentación, porque la situación que está atravesando afecta su capacidad de ingerir alimentos o de absorber determinados nutrientes. El efecto directo de ello es la aparición de síntomas como la debilidad, el cansancio, o, en los casos más extremos, incluso desnutrición.

P.- ¿Y eso ocurre en todos los casos, y en todos los tipos de cáncer?

R.- En realidad, no todos los pacientes responden de la misma manera cuando se les detecta un cáncer, ni tampoco responden igual cuando se les aplica un determinado tratamiento. Por supuesto, en ello influye la zona en la que se ha desarrollado la enfermedad, así como su alcance y el protocolo que se aplica al enfermo o la duración del tratamiento que ha de seguir. Todos son factores determinantes, en mayor o menor medida.

P.- En cualquier caso, la consigna es que, más allá de la angustia y la preocupación que genera un diagnóstico oncológico, el paciente jamás debe descuidar su alimentación…

R.- Por supuesto, porque ese será, no le quepa ninguna duda, un factor crucial a la hora de encarar su recuperación. La alimentación es indispensable en cualquier proceso de vida, y en cualquier persona, se halle sana o enferma. Todos nosotros hemos de esforzarnos en que los productos que ingerimos sean los más adecuados para favorecer una nutrición saludable. Ahora bien, cuando hablamos de alguien que está enfermo y que ha de superar un cáncer, este objetivo constituye una prioridad, si cabe, aun más acentuada.

P.-¿Qué expectativas ha generado la puesta en marcha de este servicio en Ciutadella, de la mano de la aecc?

R.- Esperamos que se produzca una gran demanda del servicio y que esta iniciativa obtenga el interés y el seguimiento que merece. Como he dicho antes, el principal foco de atención de la labor que desarrollamos son los enfermos oncológicos en fase activa, pero me gustaría añadir que el servicio está abierto a cualquier usuario que haya superado una enfermedad oncológica y que necesita incorporar pautas de alimentación saludable.

P.- ¿Cómo puede una persona interesada acceder a esta prestación gratuita?

R.- Simplemente, contactando por teléfono con la aecc, o bien dirigiéndose en persona al local de la junta en Ciutadella. Las sesiones empezaron hace apenas dos semanas y tienen lugar todos los viernes por la tarde. Se trata de consultas individuales en las que, como primer paso, se lleva a cabo una primera visita y una valoración nutricional del usuario con el objetivo de identificar a pacientes que se hallan en situación de desnutrición o en riesgo de caer en ese estado. Si esta valoración se confirma, hay que establecer el protocolo correspondiente. Por otro lado, además de estas consultas individuales, ofreceremos conferencias grupales sobre alimentación, con periodicidad trimestral o cuatrimestral.

P.- Cuenta usted con una densa experiencia en el sector nutricional. ¿Qué datos le gustaría destacar de su trayectoria?

R.- Soy dietista nutricionista desde el año 2010, y he tenido la oportunidad de trabajar en diferentes proyectos en el Hospital Mateu Orfila, siempre vinculado al servicio de Farmacia Hospitalaria. El último proyecto que he realizado en este hospital comenzó en 2014 y consistió en un estudio de valoración de pacientes oncológicos que, desgraciadamente, hemos tenido que interrumpir por falta de financiación, aunque con expectativas de reiniciar la tarea en el futuro. Al mismo tiempo, dispongo de una consulta privada de nutrición en Ciutadella donde acuden pacientes interesados en introducir pautas de alimentación saludable en su vida, perder peso y afrontar sus problemas de obesidad.

P.- Sin duda, debe sentirse halagado por el interés de la aecc en confiarle este servicio pionero de asesoramiento nutricional en Ciutadella…

R.- Estoy muy agradecido por la confianza que la aecc me ha demostrado desde el primer día. He aceptado este reto porque creo que es una gran idea que debería trasladarse, progresivamente, a otros territorios y juntas de la aecc en Balears y en el resto de España. Por una parte, ello redundará en beneficio de los usuarios, y, por otro lado, prestigiará el trabajo que desarrollamos los nutricionistas.

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  • Bartolome Vallbona Adrover
    9 febrero, 2018 8:11

    Muchas felicidades por el proyecto y estoy seguro que vais a ayudar mucho a los pacientes tanto en la fase aguda como en la recuperación a largo plazo.
    Soy médico especialista en Cardiología, pero mi carrera asistencial se interrumpió en el 2008 consecuencia de un cáncer lingual (cirugía y radioterapia). Por suerte los controles son muy satisfactorios. Por supuesto tengo complicaciones 2 a la radioterapia, afectando limitaciones a la hora de alimentarme. Durante el 1 año de recuperación, me alimentaba unicamente como batidos nutricionales. No toleraba otro tipo de alimentación. La vida social suele hacerse compartiendo mesa con los amigos. Esto fue una gran frustación, que me llevo sin darme cuenta a un gran aislamiento social. Una vez pasados los tratamientos principales, es muy difícil encontrar profesionales que aporten terapias paliativas secundarias, vitales para mejorar la calidad de vida. Enfermedad orgánica, enfermedad social y enfermedad emocional. Muy gran ayuda fue encontrar un especialista en fisioterapia dedicada a pacientes con patología buco faringea. Volver aprender a masticar, a conseguir musculatura y fuerza para abrir la boca, y poder masticar.
    Y para salir de un aburrimiento y monotonía de mi alimentación, decidí coger un profesor de cocina, para aprender a cocinar, y adaptar los alimentos a mi limitaciones de masticación, de intolerancia de ciertas especies, y recuperar la salivación.
    Una gran ayuda y que me ha mejorado a disfrutar de los pequeños momentos vitales, es el gran programa de IB3 «FRED I CALENT». Donde he aprendido muchisimo, gracias al formato Cocinero-nutricionista-presentación. No os lo perdais.

    Un saludo, y adelante que de los momentos difíciles, se aprende mucho mas que en cualquier facultad.

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