María Barbero de Granda, psicóloga y especialista en psicoterapia, impartirá los próximos días 9 y 10 de febrero, en Palma, el curso ‘El dibujo como técnica diagnóstica y de intervención’. La actividad que inaugura el Plan de Formación 2018 del Col·legi Oficial de Psicologia de les Illes Balears (COPIB) tiene el objetivo de proporcionar conocimientos sobre el lenguaje de los dibujos y su conexión con lo evolutivo emocional y los procesos básicos tan importantes como la contención, la individuación, básicos en cualquier desarrollo del niño y del adulto posterior. Defensora del dibujo como técnica de diagnóstico y de intervención, Barbero de Granda considera el uso de esta herramienta fundamental.
P.- ¿Cuál es el origen del uso del dibujo como técnica diagnóstica y de intervención?
R.- El dibujo siempre ha sido un modo de lenguaje para transmitir información. Desde la prehistoria (Altamira, Ascaux, a través de signos, señales, imágenes…) hasta hoy en la conquista del espacio (placa- icono con imágenes y sonido enviadas con las sondas Pioneer X y XI, 1972 y 1973 para los posibles extraterrestres). Ahora bien, el uso del dibujo como Técnica Proyectiva de exploración clínica y de diagnóstico no aparece hasta 1926 (Goodenough: estudio de la capacidad intelectual en niños), y se desarrolla rápidamente hasta 1950: J.N.Buck, 1948: HTP, El test de la ‘Casa, Árbol, Persona’; 1949, Karen Machover: TFH (Test de la Figura Humana). Posteriormente el desarrollo de la técnica es más lento pero más preciso en sus fundamentos y conclusiones. Se amplía la base de aplicación al estudio de los vínculos en la pareja y familia. E. Grassano 1984.2004; E. Koppitz 1989,1976(TFH); E. Hammer 1984,2004; L.Corman 1960 (Test de la Familia); R.Franck 1983 (Test de la Familia); J. Bernstein 1958, Test de la Pareja o de las dos personas; J.L.Juri, Tests de la Pareja en Interacción. También mencionar que Melanie Klein, Ana Freud entre otros, obligadas por la situación de guerra (Londres 1914) con multitud de niños huérfanos que atender, dentro de la urgencia y precariedad de medios, utilizaronn el dibujo como medio de expresión y de tratamiento de emociones (angustia, duelos, afectos disruptivos…) con excelentes. En nuestros días, el número de publicaciones en relación a esta técnica ha caído considerablemente, pero sigue siendo de gran utilidad e interés. M. Vives Gomila 2013 “Test Proyectivos. Aplicación al diagnóstico y tratamiento clínicos” y P. Barbosa 2014, “Psicopatología y Test Gráficos”. No obstante, no deja de haber quienes creen que las técnicas proyectivas son subjetivas y susceptibles de interpretaciones arbitrarias y muy personales según quien las maneje, existe una metodología estructurada y objetiva, en base a lo evolutivo emocional y lo esperable a nivel gráfico.
P.- ¿Hablamos de un dibujo realizado por una persona o de la interpretación que una persona pueda hacer de un dibujo?
R.- Hablamos de un dibujo que una persona hace. El dibujo es un lenguaje a través del cual expresamos nuestro mundo interno y parte de aquello que está latente, más inconsciente incluso consciente. Una cosa es la sensación que te produce un dibujo que es algo subjetivo y otra cosa es el estudio e interpretación de un dibujo con un método.
P.- ¿En qué tipo de pacientes está aconsejada la intervención con el dibujo?
R.- Está aconsejado para cualquier tipo de pacientes. El dibujo es el lenguaje de los niños por excelencia, es su forma de comunicar, de transmitir y de aliviar su angustia, pudiendo dibujar lo que les gustaría ser, lo que desearían que ocurriera, o como descarga de lo que le está ocurriendo. En el mundo adolescente es una forma de simbolizar todos esos cambios que no son capaces de ponerle palabras y también como modo de autoafirmación y expresión. A los adultos les cuesta más la parte gráfica, pero es un material valiosísimo ya que no pueden controlar tanto lo que quieren transmitir y así se refleja una parte más escondida susceptible de ser tratada y hablada. En los casos de personas con baja autoestima con mucho bloqueo, les puede costar dibujar, pero, es muy interesante, en la medida que puedan, ir avanzando utilizando el dibujo como modo de descarga y expresión de su mundo interno.
P.- ¿Qué tipo de dibujos se utilizan en la intervención y de qué herramientas dispone el profesional de la psicología para proceder a su lectura y correcta interpretación?
R.- Como comentaba anteriormente, el dibujo es un lenguaje, así que cualquier forma de expresión gráfica es susceptible de trabajarlo e ir analizándolo. La prueba de HTP (Houes-Tree-Person), es una prueba imprescindible para acercarse al estudio de la personalidad y sus formas de actuar. Es muy importante no utilizar la interpretación como recetas aplicables a todas las personas. Es fundamental saber la individualidad de cada persona y que una misma experiencia está representada en este caso con los dibujos, de una forma distinta según quien lo represente. Es básico, conocer parte de la historia de la persona que realiza el dibujo, su motivo de consulta y algunos datos esenciales. Así, los dibujos constituyen algunas piezas fundamentales en la personalidad de cada persona. Un dibujo es una expresión de muchas cosas, pero hay que ser muy cautelosos en las afirmaciones, ya que insisto, necesitamos conocer más datos para poder unir y explicar lo que ocurrió para llegar a tener una conducta por ejemplo, y en qué se traduce en su día a día. El Análisis del HTP se hace mediante una ficha de corrección en el que hay que ir identificando una serie de rasgos que aparecen o no en el dibujo y que son indicativos de diferentes alteraciones o de bloqueos en ciertos procesos que impide que la persona pueda funcionar de una manera sana en su día a día y le permita enfrentarse a lo que se le vaya presentando. Dicha ficha lo reflejan en diversas publicaciones, autores tan destacados como, Elsa Grassano, Siquier OCampo y Pedro Pérez García, entre otros.
P.- En el ámbito diagnóstico, ¿qué datos pueden obtenerse de un dibujo?
R.- En base a lo que he dicho y siendo cauteloso y rigurosos en su análisis, para no tomarlo como recetas, en el dibujo se reflejan posibles hechos traumáticos, si los hay, los mecanismos de defensa, la conexión con la realidad, entre otras cuestiones. Si hablamos de dibujos de personas a partir de 23 años, nos orienta en la estructura de personalidad que hay de base (ya sabemos que no se puede hablar de estructura de personalidad hasta los 23 años aproximadamente, antes son rasgos de funcionamiento que pueden estar más cerca de una estructura u otra).