Juan Riera Roca /
P.- ¿Qué es la Unidad de Investigación en Enfermería y Atención Sanitaria del Instituto de Salud Carlos III?
R.- El Instituto de Salud Carlos III es el organismo público de investigación que tiene el Gobierno de España para gestionar la salud. Dentro del ISCIII, además de financiar programas de salud, hay diferentes centros de investigación de referencia nacional: en Microbiología, en Enfermedades Raras, etcétera. Desde hace ya 23 años se decidió crear uno específico de cuidados. Investén es una unidad de investigación en cuidados y servicios de salud para coordinar, pulsar y difundir todo lo que hacen en investigación las enfermeras y algunas profesiones afines, sobretodo fisioterapeutas. Somos un grupo de opinión, de influencia, para que el ISCIII, que es el que lleva toda la estrategia nacional, tenga en cuenta los cuidados de enfermería. Trabajamos con todos los enfermeros y fisioterapeutas que quieran investigar.
P.- ¿Cómo ha sido la relación de la UIB y de las enfermeras de Baleares con el Investén- ISCIII?
R.- Hemos desarrollado muchos proyectos con enfermeras de Baleares. Desde el primer momento hemos querido ser un grupo descentralizado y siempre hemos tenido gente de fuera, y en particular de las Islas, en nuestros proyectos de investigación principales. Hace muchos años, cuando aún no se podían hacer masters de enfermería, firmamos un convenio con una universidad de Canadá y enviamos enfermeras a que se formaran. Una de las primeras, Joana Maria Taltavull, era de las Islas. Fruto de enviar esas enfermeras estrechamos mucho los lazos con Canadá y de ahí vino una colaboración importante con la Universidad de Toronto. Se produjo un gran flujo de enfermeras de Baleares y la UIB se internacionalizó muchísimo gracias a eso.
P.- ¿Qué proyectos de investigación desarrollan las enfermeras de Baleares con el Investén- ISCIII?
R.-Hemos desarrollado proyectos de investigación muy importantes con Baleares, como uno sobre incontinencia urinaria, sobre deportistas de élite y con niñas de institutos. Tenemos en marcha en estos momentos un proyecto de investigación muy importante sobre prevención de caídas en personas mayores, uno de cuyos ensayos clínicos principales se hace en Baleares. Y luego tenemos un proyecto estrella, en el que estamos potenciando que se utilicen los resultados de la investigación en la práctica clínica: se trata de los centros comprometidos con la excelencia. Menorca pidió ser parte de ese programa hace tres años. Se les avaluó y se les dio la acreditación. Luego, viendo que este programa funciona y los pacientes tienen mejores resultados con las guías de práctica clínica que se están implantando, y gracias a la relación de la persona que lleva el programa a nivel canadiense, Doris Grinspun, con la consellera de Salud de Baleares, Patricia Gómez, vamos a delegar a Baleares la coordinación de este proyecto de centros comprometidos con la excelencia.
P.- ¿En qué se traducirá esto?
R.- En que Baleares hará su propia convocatoria, va a tener sus propios centros comprometidos con la excelencia y en un plazo breve todos los usuarios de la sanidad de las Islas estarán bajo ese paraguas de enfermeras trabajando por transformar los cuidados a través de los conocimientos y de los centros comprometidos con la experiencia. Lo que se ha logrado en Menorca es de los logros más importantes de los últimos diez años.
P.- Explique por qué.
R.- Ellos han cogido las guías de la práctica clínica, que están basadas en la evidencia, y en resultados que funcionan y los han puesto en marcha. Han implicado a todo el hospital en que todos sus cuidados se adapten y sean acordes a los resultados de la investigación. En estos momentos, el de Menorca es uno de los más comprometidos que podemos tener a nivel central.
P.- Tenemos ya la necesidad de tratar la dependencia y la cronicidad. ¿Cómo se investiga en este ámbito desde la enfermería?
R.- Es uno de los retos que tenemos en estos momentos: el envejecimiento más la dependencia y que los servicios de salud se adapten a esas necesidades. Tiene que quedar claro qué rol es el más eficaz para esa nueva situación. Habrá además que compaginar las tecnologías, que probablemente en muchos casos salvarán gran parte de las cargas sociales. Hemos pedido una plataforma de cuidados de 24 horas que incorpore teleconferencia, sensores, que permita al paciente estar en su domicilio con una atención remota. Las tecnologías no nos van a sustituir, pero nos van a ayudar, no podemos olvidarlas. Estamos investigando en estos momentos los modelos más eficaces usando esas tecnologías en ciertos grupos de pacientes.
P.- ¿Qué puede aportar la investigación enfermera en la gestión de servicios de salud, como ya lo ha aportado la enfermería en la exitosa gestión por sus profesionales de centros sanitarios diversos?
R.- En la gestión de servicios de salud las enfermeras tienen mucho que investigar para poder poner números sobre la mesa. La población, los gestores y los políticos necesitan saber que eso nuevo que se ha puesto en marcha da mejores resultados y obtiene mejores beneficios a un costo razonable. Y no creo en la gestión de un solo profesional: Más que nunca nos tenemos que unir, hay que sumar. Por ello, lo que tenemos que conseguir es liderar más los equipos de gestión. En atención primaria, en continuidad de cuidados, etcétera, son ámbitos en los que tendremos más peso y en los que por ello nos hemos de esforzar más.
P.- Creo que las enfermeras que obtienen un doctorado son ya el 8%, frente al 10% de los médicos…
R.- Este dato es muy importante, pero lo es más reseñar el proceso. Otros profesionales, como los médicos, llevan muchos años haciendo doctorados, pero es en 2006, cuando yo hice mi doctorado, sabía cuántas enfermeras más lo tenían y no eran muchas. Pero el año que empezamos a hacer doctorados se duplicó el número. El crecimiento ha sido exponencial. En un periodo muy corto, de unos diez años, casi hemos llegado al nivel de otros profesionales. Creo que este es un fenómeno que no ha ocurrido en ningún país del mundo. No creo que haya en ningún país del mundo en la práctica clínica el mismo número de enfermeras con doctorado que en España. ¿Y para qué queremos el doctorado?, nos preguntan a veces: pues para ejercer mejor esa práctica clínica.