El trabajo de investigación enfermera titulado «Mapeo de variabilidad sobre prácticas enfermeras en el entorno de hemodiálisis, estudio trasversal», realizado por Ian Blanco Mavillard, Miguel Ángel Rodríguez Calero, Gregorio Bolaños Herrezuelo, Aurora Sánchez Barceló y Gaizka Parra García, pertenecientes al Servicio de Nefrología del Hospital de Manacor, ha sido galardonado con el Premio «Individualización del Tratamiento de Diálisis”, que otorga la Sociedad Española de Enfermería Nefrológica, con la colaboración de Bbraun. Ian Blanco, referente de investigación del Hospital de Manacor y Miguel Ángel Rodríguez, coordinador de investigación del Ibsalut, explicaron en Salut i Força radio este premio y su contexto.
P.-¿En qué consiste este estudio, qué elementos ponen a este equipo a investigar en esta ámbito? MIGUEL ÁNGEL RODRÍ- GUEZ.-Este estudio viene de una línea anterior, sobre las diferencias entre la teoría y la práctica, entre lo que teóricamente deberíamos hacer y lo que realmente hacemos en el día a día. Estudiar la variabilidad consiste en observar lo que hacen los profesionales en los distintos entornos ante situaciones químicas más o menos similares. Lo hemos ido observando en distintas unidades de Hemodiálisis de España y hemos, ante similares situaciones, las distintas respuestas de los profesionales. También observamos qué diferencia hay entre esas respuestas y lo que dicen las guías clínicas, la teoría sobre lo que deberíamos estar haciendo.
P.- ¿Cómo se ha desarrollado este estudio, durante cuánto tiempo y con qué medios se ha contado a nivel de equipos científicos involucrados, pacientes de base, servicios hospitalarios…? MIGUEL ÁNGEL RODRÍ- GUEZ.- Es un estudio que se centra principalmente en la actividad de los profesionales, no directamente de lo que ocurre con los pacientes. El equipo de investigación lo componían profesionales de Baleares, casi todos ellos del Hospital de Manacor. No hemos tenido una financiación directa, de modo que hemos tenido que buscar el apoyo de sociedades científicas para intentar establecer redes de trabajo fuera de Baleares con las que acercarnos a lo que hacen las enfermeras en otras unidades de otras CCAA. Este es uno de los grandes problemas que tenemos las enfermeras cuando investigamos: la dificultad de obtener financiación, algo que enlentece la investigación y limita su alcance.
P.-¿Cuáles son sus conclusiones y cuáles sus aplicaciones clínicas? MIGUEL ÁNGEL RODRÍ- GUEZ.- Esperamos que este trabajo tenga pronto aplicaciones prácticas. Lo que hemos encontrado es lo que creo yo que podía esperarse si se observa casi cualquier entorno de cuidados o cualquier actividad de un profesional de la salud, y eso es que hay mucha variabilidad. Cabía esperar que ante determinadas situaciones clínicas todos los profesionales tuviesen claro lo que tienen que hacer, pero no es así. En muchos aspectos se da cierta unanimidad, pero en otras, si nos desplazamos entre centros -o incluso entre profesionales del mismo centro- vemos cómo las respuestas pueden ser muy variables. Esto nos obliga a intentar que los profesionales que los profesionales que están más alejados de la evidencia, desarrollando acciones que quizás no sean las más eficaces, se acerquen, se promueva un cambio que les haga ser más eficaces, por el bien del paciente.
P.-¿Y una vez obtenidas estas evidencias y conclusiones, qué nuevos horizontes marca este trabajo, que perspectivas de seguir investigando? IAN BLANCO.- Este trabajo lo enfocamos desde una visión crítica. Tenemos que adherirnos a esas recomendaciones internacionales de los expertos. Analizar bien la situación en la que nos movemos las enfermeras nos podrá ayudar a mejorar todo lo que es el ambiente de la atención sanitaria, enfocando muy bien en los resultados en salud del paciente. En definitiva se trata de localizar y focalizar estas áreas donde vemos que no hay una adherencia ideal a aquellas recomendaciones que se nos indican a nivel internacional y hacer una intervención para que disminuya esa incertidumbre, y poder realizar mejoras para la atención de lo sanitario y mejoras, en definitiva, para los pacientes.
P.-La enfermería vive hoy unos momentos de esplendor y lanzamiento de la investigación, con un gran aumento además de los doctorados en Enfermería. ¿Cómo se vive este momento entre el colectivo profesional del Hospital de Manacor y, por lo que podías conocer, en el resto de las Islas? IAN BLANCO.- Estamos viendo una eclosión del desarrollo profesional de la Enfermería. Rompimos esa barrera de cristal que no nos permitía llegar al doctorado. con la entrada en vigor del Espacio Europeo de Estudios Superiores, con el Plan Bolonia, nos permitió acceder a doctorados. En ese momento muchas enfermeras, que parecía que lo estaban esperando, decidieron – cediendo su tiempo personal, familiar, de ocio- dar un paso adelante y demostrando que las enfermeras investigamos y además investigamos muy bien. Todo lo enfocamos con mucha humildad y trabajo, dando siempre valor al trabajo en equipo. Las enfermeras tienen el potencial para trasformar cualquier entorno que las rodee a base de esfuerzo, liderazgo, creatividad. Y ya estamos viendo los frutos. A nivel de doctorados ya prácticamente igualamos otras disciplinas. Y si hablamos del Hospital de Manacor, diría que es un centro especial, con los mimbres necesarios para crecer. Que las enfermeras duden dónde ir, dejen esas dudas… El Hospital de Manacor es ese centro que permite la oportunidad al crecimiento profesional y personal. Creemos además que es muy importante compartir la investigación, sumar colaboraciones, sinergias con la Universidad y con otros centros. Y ello nos lleva a conseguir esas metas que nos proponemos.