Juan Riera Roca /
La eurodiputada del PP Rosa Estaràs ha pedido a la Comisión Europea que valore tomar medidas legislativas para evitar los cada vez más frecuentes casos de exceso de consumo de alcohol en los aviones y en los aeropuertos, «ya que ello puede provocar problemas de seguridad y, además, un perjuicio al sector turístico».
La conceptualización de Baleares ―especialmente de ciertas zonas de Calvià y la Playa de Palma―como áreas de turismo etílico, unido al hecho de los bajos precios del alcohol en los ‘duty free’ de los aeropuertos, hace que sean muchos los turistas que se embriaguen ya en el viaje de ida desde sus puntos de origen a las Baleares.
En una pregunta escrita que ha enviado a la Comisión Europea, la eurodiputada balear recuerda que en algunos paises de la UE «se está produciendo un fenómeno de consumo abusivo de alcohol que afecta directamente a las empresas de transporte aéreo y a los aeropuertos», señala la política mallorquina.
Y añade que ese fenómeno es algo que «supone un perjuicio para los países de destino que apuestan por un turismo de calidad, atenta contra los derechos de los pasajeros y puede suponer un peligro para la seguridad aérea», centrándose en el problema concreto que supone llevar pasajeros ebrios y descontrolados en una aeronave.
La eurodiputada popular Rosa Estaràs también señala en su pregunta que la actual legislacion de la UE «deja en manos de los operadores, los comandantes o la tripulación la decisión sobre personas que embarcan bajo los efectos del alcohol o sobre la provisión de bebidas alcohólicas durante los vuelos».
Según Estaràs, los múltiples casos de abuso de alcohol detectados «ponen de manifiesto que la legislación de la Unión es insuficiente, por lo que deben tomarse medidas adicionales». Por ello, la eurodiputada pregunta a la Comisión Europea si considera que la legislación de la UE se está respetando».
También ha preguntado a la Comisión «qué medidas piensa tomar para garantizar que se fomente el turismo de calidad, se respeten los derechos de los pasajeros y no se ponga en peligro la seguridad del vuelo», dado que el problema no solo se suscita en los puntos de destino (peleas, agresiones, ‘balconing’) sino en el propio avión.