Juan Riera Roca /
La Autoridad Portuaria de Baleares (APB) ha obtenido la certificación oficial de espacio internacional cardioprotegido por la EFHRE International University y la Asociación Española de Emergencias 112, sumándose a otras instituciones y organismos públicos que cuentan con el certificado de Espacio Europeo Cardioseguro, según difundió ayer el Ministerio de Fomento.
La APB ha instalado recientemente un total de 18 desfibriladores externos semiautomáticos (DESA) en las instalaciones portuarias, con el objetivo de cooperar en las tareas de salvamento, así como en la prevención y control de las emergencias y primeros auxilios. Empezaron a instalarse en el puerto de Palma, luego en el de Alcúdia y Maó, y por último en los puertos de Eivissa y la Savina.
Actualmente, la APB cuenta con ocho desfibriladores en el puerto de Palma, dos en el puerto de Alcúdia, tres en el puerto de Maó, tres en el puerto de Eivissa y dos en el de la Savina, situados en estaciones marítimas, oficinas y lugares abiertos al público. Y un total de seis desfibriladores externos semiautomáticos colocados en vehículos de la APB.
Este servicio integral de cardioprotección contratado por la APB, se ha adjudicado a Caryosa Cardioprotección que se encargará del mantenimiento preventivo de los equipos desfibriladores, así como de toda la gestión ante situaciones reales. Un espacio cardioprotegido es aquel lugar que dispone de los elementos necesarios para asistir a una persona en los primeros minutos de una parada cardíaca.
Un desfibrilador (DESA), es un equipo sanitario destinado a analizar el ritmo cardíaco, capaz de identificar las arritmias mortales y de administrar, con intervención de una persona, una descarga eléctrica con la finalidad de restablecer el ritmo cardíaco. Los desfibriladores externos automáticos y los semiautomáticos son dispositivos capaces de administrar una descarga eléctrica controlada o desfibrilación.
Esta descarga se aplica al corazón para revertir la fibrilación ventricular, muerte súbita o parada cardiorrespiratoria y restablecer la función cardíaca, es decir, el ritmo cardíaco normal. El DESA está pensado para ser utilizado por personal no sanitario, como es el caso del personal de la APB, de modo que se puede salvar una vida que se vea atacada por un ataque cardíaco.