Juan Riera Roca /
Las aguas residuales «informan» sobre el tabaquismo de una ciudad, del mismo modo que sobre el consumo de otras drogas no legales, como la cocaína, dados los marcadores que los consumidores emiten a través de la orina, y que de ese modo llegan a los sumideros de aguas negras, donde pueden ser extraídos y localizados.
Estas nuevas técnicas han sido estudiadas recientemente en Palma. La medición de los metabolitos de la nicotina (MN) en las aguas se residuales se está posicionando como una buena herramienta complementaria alternativa para el estudio de la salud pública, ya que permite estimar el consumo real de tabaco en una población.
Según datos de la Sociedad Española de Enfermedades Pulmonares y Cirugía Torácica (SEPAR) los MN son excretados por los fumadores por medio de la orina y se pueden medir en las aguas residuales, lo que permite monitorizar la absorción de la nicotina e indirectamente el consumo de tabaco en diferentes poblaciones.
La medición de drogas legales como el tabaco, ilegales como la cocaína, así como medicamentos y otras sustancias en aguas residuales tiene una gran fiabilidad y reproductibilidad. Esto se ha conseguido después de una década de investigación centrada en el desarrollo de nuevas técnicas analíticas.
El análisis químico de las aguas residuales se suma al resto de herramientas que se utilizan en salud pública para conocer el consumo real de tabaco y de otras sustancias. Así lo expuso José Antonio Baz Lomba durante su ponencia “Contaminantes emergentes: análisis de aguas residuales y consumo de tabaco”.
Fue en el 51º Congreso de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR), celebrado recientemente en Palma de Mallorca. Esta ponencia se basa en un editorial publicado en Archivos de Bronconeumología, la revista científica de SEPAR, por el propio Baz Lomba y cuyo primer autor es el Dr. José Ignacio de Granda, neumólogo experto en tabaquismo y miembro de SEPAR.
La nicotina, sustancia adictiva que contienen los cigarrillos, se metaboliza rápidamente a través del hígado en forma de diferentes metabolitos (o compuestos producto de la transformación que sufre una sustancia en el organismo).
Inicialmente la oxidación de la nicotina da origen a la cotinina y posteriormente esta es hidrolizada y se convierte en trans-3-hidroxi-cotinina (T3HC). Estos metabolitos de la nicotina (MN) son excretados por los fumadores por medio de la orina y van a parar a las aguas residuales. Por lo tanto, son biomarcadores que se pueden medir.