Juan Riera Roca /
El Consell de Mallorca ha admitido a través de su Departamento de Territorio e Infraestructuras que hace un uso que ha calificado de controlado y minimizado de herbicidas en la red de carreteras de Mallorca, aunque se actúa antes, si es posible procediendo a cortar la hierba de manera manual o mecánica, en lugar de mediante procedimientos químicos.
En 2016 se dio una Orden de Servicio en la institución insular, mandándose suprimir el uso sistemático de estos productos en las aceras de las carreteras. Aun así por motivos de garantizar la seguridad y la visibilidad de las señales y minimizar situaciones de riesgo para los trabajadores se fijó el uso de herbicida en algún punto especial.
Los plaguicidas altamente peligrosos pueden causar efectos tóxicos agudos o crónicos, y plantean riesgos específicos para los niños, según ha informado recientemente la OMS, señalando que el uso extendido de estos productos ha causado problemas de salud y muertes en muchas partes del mundo, por lo general como consecuencia de la exposición laboral y la intoxicación accidental o deliberada.
La contaminación ambiental también puede llevar a la exposición humana debido al consumo de restos de plaguicidas en los alimentos y, posiblemente, en el agua potable. Si bien los países desarrollados cuentan con sistemas para registrar los plaguicidas y controlar su comercialización y uso, esto no siempre sucede en otros casos.