Juan Riera Roca /
Quien haya sufrido una crisis de salud por una enfermedad o un accidente conocerá el significado de la expresión “colocar una vía”, es decir, colocar una canalización que comunica el interior de una vena con el exterior para poder suministrar al paciente fármacos, sangre, etcétera. Colocar o coger una vía es una técnica de enfermería, que precisa entrenamiento y cuya dificultad es alta.
Las enfermeras saben de la importancia de estas técnicas ―cuyo objetivo de colocar una vía periférica es administrar un tratamiento médico endovenoso o bien una transfusión sanguínea― y saben lo mal que puede llegar a pasar el paciente si por alguna razón fisiológica es más complejo de lo previsto acertar en la vena adecuada y limitar el pinchazo a lo imprescindible.
Las enfermeras del Hospital de Manacor han sido pioneras en las Islas y en gran medida en el Sistema Nacional de Salud en utilizar el ecógrafo como herramienta para localizar venas y arterias en pacientes en los que esa localización es compleja por razones diversas, haciendo posible reducir el número de pinchazos y con ello el dolor y la prolongación en sí del proceso.
Explica Juan José Martínez, enfermero de Traumatología del Hospital de Manacor, miembro del Grupo de Ecoguía de este mismo hospital, que «seguramente muchos alguna vez han experimentado una punción por parte de una enfermera para obtener una muestra de sangre o canalizar un catéter (o “vía”, comúnmente conocido). Normalmente todo va bien…»
«Pero ―añade este enfermero― seguro que conoce algún caso de también, o inclusive se siente identificado, que en cierto momento la cosa se ha complicado y tras varias punciones no se ha logrado el objetivo ya dicho. En esta situación el paciente sufre dolor, se siente incómodo y se retrasa la administración de su tratamiento. Incluso puede dudar del profesional que tiene delante».
Desde el punto de vista del profesional también es una experiencia desagradable, ya que sabe que está provocando dolor, consume tiempo y ve que se cómo se acumulan tareas, percibe el malestar del paciente y la sensación es que va todo a peor. Las causas de dicha dificultad son muchas y aún están por concretar, señala el enfermero Juan José Martínez.
«Además hay que diferenciar el paciente pediátrico del adulto, con sus similitudes pero también diferencias. Por poner unos ejemplos podemos hablar del lactante deshidratado por una gastroenteritis, el paciente oncológico, o el diabético. Podemos encontrar casos que tras un tratamiento endovenoso prolongado han “perdido” su capital vascular, o sea, que se han quedado ‘sin’ venas.»
El motivo de este fenómeno puede derivar de las características del fármaco (Ph, osmolaridad, fármacos vesicantes-irritantes) que ha deteriorado la buena salud de sus venas y posiblemente lo ha hecho de forma casi irrecuperable. El uso de la ecografía en los accesos vasculares ha demostrado que disminuye el número de punciones y problemas asociados a dicha dificultad.
«El grupo Ecoguía ―explica Martínez― surge en 2011, planteándonos que estos problemas se podían resolver con ayuda de la ecografía. En esa época, sin embargo, no existía formación en España al respecto y la literatura científica internacional enfermera era más bien escasa, nula en España. En 2012 presentamos en un congreso nacional la necesidad formativa al respecto.
Y añade: «Fabricamos nuestros propios simuladores en casa para poder practicar la técnica (uno comercial podía costar 500 euros, poco a poco los mejoramos en calidad y con bajo coste). En esos momentos éramos los únicos en nuestro centro que usábamos el ecógrafo para solucionar estos problemas, lo cual nos llevó a que nos requirieran en otros servicios del hospital.»
Explica este enfermero que «hemos llegado a ir en nuestro día libre al hospital para casos muy especiales, incluso a citar en el servicio de Urgencias a un niño al que no le habían podido extraer una analítica en varios centros. Sabíamos que era cuestionable, pero… ¿y el paciente, qué opina cuando le solucionas el problema con una sola punción, tras lo que ha tenido que pasar?»
Para este grupo de enfermeras, altamente cualificadas y motivadas, estaba claro que, ante situaciones como esa «teníamos un problema. Nuestra reflexión era que por muy bueno que seas hay que transmitir conocimiento y formar al máximo de enfermeras para que ellas mismas estén capacitadas para solventar estas situaciones.
Las enfermeras de Manacor han sido de las primeras en reivindicar que el uso de la ecografía no es algo exclusivo de los médicos, aunque obviamente los médicos usarán estas técnicas de imagen con unos objetivos que les son propios y exclusivos, y las enfermeras, con otros. No es una cuestión de invasión de competencias, sino de usar una herramienta para un fin o para otro.
«Planteamos ―añade Juan José Martínez― una formación de un día con prácticas incluidas. Lo primero era romper con lo establecido y presentar el ecógrafo como una herramienta. El traumatólogo usa el martillo en algunas intervenciones quirúrgicas así como un albañil en la obra. Ninguno de los dos se plantea que esté invadiendo funciones del otro.»
«En nuestro caso ―añade el enfermero― vamos a usar la ecografía para facilitarnos puncionar un vaso (vena o arteria), cosa que nadie discute que es nuestro trabajo. Por tanto, enfermería usa el ecógrafo como una herramienta más sin ánimo de ser otro profesional sanitario.» Desde el grupo de Ecovía del Hospital de Manacor se trabajado en trasmitir estos procedimientos:
«Hemos entrenado a más de 200 enfermeras que trabajan en toda la red asistencial pública, concertada y privada de Mallorca y Menorca. Antes de fin de año iremos a Ibiza para tener la máxima cobertura posible. Hemos presentado ocho trabajos en congresos y jornadas nacionales y autonómicas. Hemos participado en el World Congress Vascular Access 2016 (Lisboa), publicado el abstract en el Journal of Vascular Access.»
Publicaron el artículo original en la revista científica “Metas de enfermería” 2018. Participaron también en el World Congress Vascular Access 2018 (Copenhague, Dinamarca) presentando un vídeo explicativo colgado en YouTube. Se puede buscar con las palabras: the “finger in the balloon” parallel. «Pese a estar en las antípodas ―señala Martínez― compartimos visión e inquietudes con los australianos.