Juan Riera Roca /
La Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) participa en un proyecto de investigación médica en el que se visualizan las metástasis en melanoma antes de que ocurran. Se trata del Proyecto A dirigido por la Dra. Marisol Soengas.
Esta técnica permite por primera vez visualizar en ratones, las fases más tempranas de la metástasis del melanoma. El estudio ha sido desarrollado por investigadores del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO),
Liderados por la Dra. Soengas los investigadores han descubierto cómo se produce el proceso de diseminación de los melanomas más agresivos y han identificado nuevos marcadores de metástasis.
Estos marcadores han sido validados en muestras de pacientes que podrían abrir nuevas vías para tratamientos farmacológicos para frenar esas diseminaciones metastásicas que suponen la causa de letalidad del melanoma.
El trabajo se ha publicado en la prestigiosa revista científica Nature y ha contado con la financiación de la AECC. Una de las novedades de esta publicación es el desarrollo de modelos de melanoma MetAlert.
Con estos modelos (sistemas matemáticos de predicción) se puede ver sin operación quirúrgica ni intervenciones adicionales, cómo el melanoma actúa en todo el organismo, desde antes incluso de que ocurran las metástasis.
MetAlert orienta a los investigadores para buscar genes y moléculas que intervienen en la progresión tumoral, desde las etapas más tempranas. También permite estudiar las recaídas tras cirugía, o la respuesta a fármacos anticancerígenos.
El MELANOMA, ese lunar EXTRAÑO Y PELIGROSO
El melanoma es el nombre genérico de los tumores melánicos o pigmentados de la piel según se informa desde la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC). Aunque no es el cáncer de piel más frecuente sí que es el más peligroso y potencialmente mortal. Suele derivar de una excesiva exposición de la piel al sol.
A pesar de que la mayoría de los melanomas se originan en la piel (melanoma cutáneo) por ejemplo en el tronco o en las extremidades, también pueden aparecer en otras superficies del cuerpo (como la mucosa de la boca, del recto o de la vagina, o la capa coroides del interior de los ojos), informan los expertos de la AECC.
Hay otros dos tipos de cánceres cutáneos diferentes al melanoma: el carcinoma basocelular y el carcinoma espinocelular, señalan las mismas fuentes. Aunque estos dos tipos de cáncer de la piel son los más frecuentes, afortunadamente no representan más del 0,1% de las muertes debidas a cáncer.
Suelen aparecer en personas de piel clara que han estado expuestos durante mucho tiempo al sol. Ambos tumores se tratan con métodos locales (criocirugía, radioterapia, escisión simple) con muchas posibilidades de curación en la mayoría de los casos, aunque la prevención (evitando demasiado sol) es básica siempre.
Según la Asociación Española Contra el Cáncer se diagnostican unos 160.000 casos de melanoma al año en todo el mundo (79.000 hombres y 81.000 mujeres). Esta enfermedad representa el 1,5% de los tumores en ambos sexos. En Europa es más frecuente entre las mujeres, al contrario que en el resto del mundo.
La mayor incidencia se registra en países con fuerte irradiación solar y con una población blanca no autóctona, lo que sucede en Australia, Nueva Zelanda, USA y Sudáfrica. En Europa es más frecuente en el norte y en el oeste (población con piel muy blanca, expuesta al sol sobre todo en verano).
Sin embargo, si en todas estas zonas la incidencia tiende a estabilizarse y a disminuir, sigue aumentando en el sur y el este de Europa. En España se diagnostican unos 3.600 casos anuales. Como en el resto de Europa, es un tumor más frecuente en mujeres (2,7% de los cánceres femeninos) que en hombres (1,5%).
La incidencia España –según fuentes de la AECC –se puede considerar alta (habiéndose registrado tasas ajustadas de 5,3 nuevos casos por 100.000 habitantes/año en hombres y 5,5 en mujeres), con un ascenso muy importante, especialmente desde los años 90 hasta los primeros años de este siglo.
La aparición de casos es posible a cualquier edad, aunque la mayoría se diagnostican entre los 40 y los 70 años.