Juan Riera Roca /
El diseño de medicamentos inspira los videojuegos serios para usarlos en terapias motoras: Un equipo de investigadores de la Universitat de les Illes Balears (UIB) propone un nuevo método para desarrollar videojuegos destinados al tratamiento y la rehabilitación de pacientes con discapacidades motoras.
Antoni Jaume, Esperança Amengual y Gabriel Moyà son tres de los investigadores de que están trabajando en el desarrollo de los llamados vídeojuegos serios por su utilidad terapéutica y que siguen en este caso, además, los procesos de validación de los medicamentos a base de un ciclo similar al de los ensayos clínicos.
Los videojuegos serios están diseñados con objetivos que van más allá del entretenimiento, y se utilizan en diversos ámbitos (educación, investigación científica, ingeniería, etc.) para favorecer que los usuarios alcancen un objetivo específico de manera entretenida y atractiva a través de la experiencia del juego.
La Unidad de Gráficos y Visión por Ordenador e Inteligencia Artificial de la UIB trabaja desde hace años en el desarrollo de videojuegos serios que tienen como objetivo hacer más motivadoras y efectivas las terapias de rehabilitación de personas con discapacidades motoras.
En estas terapias son de larga duración, los ejercicios pueden ser repetitivos e intensivos, y los pacientes pueden tener dificultades a la hora de percibir las pequeñas mejoras que alcanzan. Para hacer frente a la desmotivación que esto puede provocar se puede aprovechar el efecto motivador de los videojuegos.
En esta línea los investigadores de la UIB han desarrollado un marco de trabajo para procesos para esta categoría de software, con el objetivo de que este tipo de videojuegos sean desarrollados y validados siguiendo un método sistemático y coherente que lleve a videojuegos de gran calidad.
En el trabajo, publicado en la revista científica PLoS ONE, los doctores Esperanza Amengual Alcover, Antoni Jaume i Capó y Gabriel Moyà Alcover proponen la metodología PROGame, que se basa en dos conceptos principales: por un lado, se consideran las características especiales de los videojuegos ‘serios’.
Esta consideración los señala como categoría particular de aplicación informática que difiere de los sistemas de software convencionales; por otro, la metodología se inspira en los protocolos que siguen los ensayos clínicos para probar la eficacia y la seguridad de nuevos fármacos.
En el caso del desarrollo de los fármacos, se siguen cinco fases. Si en la llamada fase 0 se determina la eficacia del fármaco antes de probarlo en humanos, en la fase inicial del desarrollo del videojuego se seleccionaría la terapia más adecuada de acuerdo con las capacidades de los pacientes.
Superada esta primera etapa, en la fase 1 se prueba el fármaco en voluntarios para determinar su seguridad, y en el caso del videojuego se diseña el mecanismo de interacción que convierta la terapia en un videojuego serio de manera segura para los pacientes y de acuerdo con sus capacidades motoras.
Este mecanismo de interacción sería validado por fisioterapeutas y probado en pacientes reales. En la fase 2, el fármaco se prueba en pacientes para determinar su eficacia en humanos. Para el videojuego, es la fase de diseño de elementos interactivos que hacen que el paciente lleve a cabo la terapia de manera correcta.
Estos elementos serían validados por fisioterapeutas y probados en pacientes reales para verificar su efectividad. En la fase 3 se determina el efecto terapéutico del fármaco, y en el caso del videojuego debería verificar que su práctica regular permite lograr el efecto terapéutico deseado.
Finalmente, en la fase 4, se hace un seguimiento del uso público del fármaco para determinar los efectos a largo plazo. Para el videojuego, esta fase final tendría como objetivo verificar que el videojuego diseñado tiene los mismos efectos a largo plazo que la terapia seleccionada.
Los investigadores de la UIB han validado la eficacia de este sistema en uno de los videojuegos de rehabilitación motora que han desarrollado.