¿Nos podemos imaginar una organización preocupándose por la felicidad de sus empleados? Con las organizaciones de futuro, es necesario incorporar las emociones para mejorar la efectividad. Y es que si una organización es afectiva es más fácil que pueda ser una organización efectiva.
Es importante que en nuestras organizaciones estén presentes las emociones, ya que serán necesarias para la transformación cultural, la creatividad y la innovación. Aquellos líderes que consiguen transformar organizaciones, son aquellos capaces de gestionar las emociones y mantener el compromiso de sus profesionales. Un líder puede conseguir un clima positivo y productivo en sus trabajadores/as a través de trabajar y gestionar sus emociones, a través de cuidar el clima emocional de los equipos que la conforman, a través de trabajar las relaciones interpersonales, de reconocer el saber de cada una de las personas y de generar un proyecto participativo y consensuado, lo cual se reflejará en la efectividad de la organización.
¿Pero cómo repercutiría este tipo de organizaciones en las emociones de los profesionales? Los trabajadores, como sistema de protección, necesitan aprender a manejar las emociones. Y todo porque el futuro es y será emocional.Trabajar por parte de los/as profesionales la relación terapéutica, haciéndola verdaderamente bidireccional, ayudará a todos y todas a crecer como persona y como profesional. Esa es la base de cualquier mejora.
Dimensionar el trabajo emocional y de cuidados en su justa medida significaría asumir que todos somos interdependientes y debemos responsabilizarnos de esa misión de acompañamiento y empatía de una forma proporcional.
En la actualidad, se habla mucho de redes, de redes sociales colaborativas. Y es que las redes sociales ayudan a potenciar las emociones, los sentimientos, facilitan el contagio, y por tanto, las organizaciones son más propensas a conectarse con una emoción determinada.
La redes sociales nos pueden ayudar a conseguir determinadas emociones, a que una organización utilice sus emociones como motor de acción a la innovación.
Una emoción que nos lleve a luchar por el bien común. Y por tanto es necesario el CONTAGIO DE EMOCIONES POSITIVAS, a poder ser.
La importancia de las emociones en las organizaciones de futuro. Emoción colectiva
En este siglo uno de los grandes retos, es necesario conseguir en nuestras organizaciones, una emoción colectiva que implique pasión, generosidad, ilusión , confianza y altruismo.
Y hablando de emociones, es necesario trabajar el tema del compromiso. El 33 por ciento de los empleados están comprometidos con su trabajo. ¿Qué significa para una empresa tener a la mayoría de sus empleados desconectados? Normalmente, los equipos se desmoronarán a medida que los trabajadores descontentos difunden su inconformidad. Una forma más efectiva de volver a encarrilar a los empleados es alentar y compensar una mejor colaboración, actitudes y productividad.
Considerar lo que motiva a la gente del equipo es básico. Y descubrir las motivaciones principales de los miembros del equipo no es la única forma de garantizar que la cultura de su organización sea atractiva. Hace falta generar participación y reconocer lo que aporta cada uno al resultado final. Por tanto, compartir el propósito del trabajo ayuda a avanzar. Y es que con demasiada frecuencia, los trabajadores no entienden por qué su trabajo es importante. Conectar los puntos de las tareas diarias a los objetivos de la organización hará que el trabajo sea más significativo, lo que contribuye en gran medida a involucrar a los profesionales. Otra forma de reforzar el compromiso de los trabajadores es darles a los miembros del equipo la oportunidad de aprender nuevas habilidades. Si la gente esté motivada y alineada con la misión de su organización, puede sentarse y observar cómo su equipo hace cosas increíbles.
Y haciendo cosas increíbles, reforzará la motivación de la organización y la de sus profesionales y estarán las emociones activas para facilitar el cambio, necesario.