JUAN RIERA ROCA / A partir de hoy, casi 1.400 pacientes con diabetes podrán disponer de sensores que detectan la glucosa en el nivel subcutáneo. Serán los profesionales de los servicios de endocrinología de los centros hospitalarios quienes los pedirán, con el acuerdo previo con el paciente.
Dichos medidores usan el sistema flash de monitorización de la glucosa, un sensor subcutáneo y mide el grado de azúcar del tejido intersticial (espacio entre las células). El Ibsalut prevé la adquisición de 26 sensores por paciente y año. El contrato de suministro tiene un presupuesto de 1,8 millones de euros para un año, prorrogable hasta cuatro.
Este sensor tiene una vida útil de quince días y permite, por un lado, saber esta información justo en el momento en que se hace el control y, de otra, comprobar el nivel registrado en las ocho horas anteriores. Se trata de una tecnología que facilita a algunos pacientes con diabetes un control adecuado de la enfermedad, por lo que mejora su calidad de vida.
Además, puede ser útil para detectar e intentar evitar las situaciones de hipoglucemia. Este sistema no sustituye completamente el dispositivo que mide la glucosa en la sangre (con una pequeña extracción por medio de una punción), ya que los niveles de azúcar del tejido intersticial siempre se detectan con cierto retraso respecto al análisis de la sangre.
Sin embargo, el sistema flash es un gran avance, ya que hace posible rebajar el número de mediciones de la glucosa en la sangre —y, en consecuencia, el número de punciones de control—, lo que mejora la calidad de vida de algunos pacientes con diabetes, como son los casos de los niños de 4 a 17 años, de las gestantes con diabetes e incluso los pacientes que tienen que hacerse más de seis controles al día.
En las Islas Baleares hay casi 65.000 personas con diabetes, unas 3.000 de las cuales están diagnosticadas de diabetes mellitus de tipo 1.