JUAN RIERA ROCA / El alumnado de la Escuela Universitaria de Odontología ADEMA, centro adscrito a la Universitat de les Illes Balears (UIB), contará en sus aulas con simuladores virtuales 3D odontológicos de última generación para poderse “entrenarse” en prácticas virtuales en diferentes tratamientos bucodentales.
Según ha explicado su consejero delegado, Diego González, «hemos querido dar un paso al frente para incorporar el flujo digital a la docencia y hemos adquirido los equipos tecnológicos más avanzados que incorporan una metodología innovadora de aprendizaje a través de entornos virtuales».
Este nuevo sistema de aprendizaje basado en la gamificación «no sólo permite al docente realizar un seguimiento exhaustivo del rendimiento del alumno sino que ofrece numerosas ventajas para ellos, al poder realizar diferentes grados de complejidad en los tratamientos dentales.
»También, medir el desempeño de cada alumno, realizar prácticas e impulsar la motivación y la autoconfianza», explicó González sobre los simuladores adquiridos a la firma francesa Virtual Easy, presentados en el Congreso Internacional de la Asociación para la Educación Dental en Europa (ADEE).
Este congreso tuvo lugar en el pasado mes de agosto en Oslo y fue avalado por esta organización compuesta por las principales facultades de odontología a nivel europeo como una metodología que acelera el aprendizaje y eleva las competencias clínicas.
Además, el consejero delegado de la Escuela Universitaria ADEMA anunció que con la incorporación de esta alta tecnología que mejora el nivel académico de los estudiantes, se suman a una red mundial de una veintena de las universidades con estudios de odontología que apuestan por esta metodología.
Estas herramientas se asemejan a los simuladores aéreos utilizados para el entrenamiento de pilotos. Con este tipo de aparatología se garantiza que se reproduzca con la máxima fidelidad los diferentes tratamientos en 3D que puede realizar un odontólogo en las diferentes especialidades».
González se refería así a prótesis, endodoncia, implantología, o cirugía restauradora (reconstrucciones dentales), etc. «enfrentándose a situaciones en un entorno virtual con la seguridad que adquieran al máximo las competencias más exigentes y de mayor calidad», matizó Diego González.
Estos simuladores permiten importar casos reales a partir de los registros 3D tomados a los pacientes a través de escaners craneomaxilares (CB3D) y escaners intraorales. González destacó que «ante un caso complejo, el profesional clínico podrá entrenarse previamente tantas veces necesite antes de realizar el tratamiento sobre su paciente, lo que permite una alta planificación y cualificación».