JUAN RIERA ROCA / El Consell de Govern ha acordado poner fin, a partir del 1 de enero de 2019, al copago farmacéutico con cargo a los pensionistas residentes en las Illes Balears con una renta inferior a 100.000 € anuales. Esta medida beneficiará a 187.419 pensionistas, lo que representa el 92 % del total.
El objetivo es garantizar que el pago de los medicamentos y productos farmacéuticos no sea un obstáculo para la adherencia a los tratamientos farmacológicos, cuestión que es especialmente necesaria entre los colectivos que más propensión presentan a la cronicidad de las patologías y, polimedicación.
Este es con frecuencia el caso de muchas personas mayores y de las personas con discapacidad. En estos grupos de población, un posible abandono de los tratamientos supone un peligro para su salud y una amenaza de agudización de las patologías con riesgo real de acortamiento de vida y merma de su calidad.
Con la eliminación del copago, el Govern recupera la gratuidad de los medicamentos prescritos por la sanidad pública, que se había perdido en el año 2012 en virtud del Real Decreto 16/2012 de medidas urgentes para garantizar la sostenibilidad del Sistema Nacional de Salud, promulgado durante la crisis económica.
Con esa norma se impuso a los pensionistas el pago de un porcentaje del precio de venta al público de las medicinas, con un límite mensual establecido según la renta de cada uno. Así, los pensionistas que cobran una renta inferior a 18.000 € anuales pagan el 10 % del precio de los medicamentos.
Esa norma marcó un límite máximo de aportación de 8,23 € por mes para ese grupo; los que cobran entre 18.000 € y 100.000 € pagan también el 10%, pero con un límite mensual de 18,52 €, y los que tienen una renta que supera los 100.000 € anuales pagan el 60%, con un límite de 61,75 € mensuales.
A finales de 2016, el Ibsalut ya dio un primer paso en beneficio de estos colectivos y modificó el sistema de receta electrónica para que los pensionistas dejaran de pagar por encima de los límites de aportación farmacéutica establecidos que tenían que asumir en esta comunidad autónoma.
En el año 2017, el copago supuso un gasto de 18,8 millones de euros, 12,3 de los cuales estuvieron asociados a las rentas inferiores a 100.000 € anuales, pero a partir del 1 de enero ya no se tendrá que pagar por este concepto, según se ha posibilitado con los acuerdos adoptados hoy en el Consell de Govern.
Para hacer efectiva esta medida se ha tenido que modificar el sistema de receta electrónica e integrarlo en los sistemas informáticos del Servicio de Salud y de las farmacias, un requerimiento técnico en el que han participado los departamentos técnicos del Servicio de Salud, con la colaboración necesaria del Colegio Oficial de Farmacéuticos de las Illes Balears.