JUAN RIERA ROCA / La Conselleria de Salud ha comunicado al catedrático de Bioquímica y científico de reputación internacional, el doctor Pablo Escfribá, de la Universitat de les Illes Balears (UIB) el inicio a un expediente administrativo que contempla una posible sanción máxima de un millón de euros.
Se investiga administrativamente -ya que las investigaciones judiciales fueron archivadas por falta de pruebas- una presunta comercialización de la sustancia conocida como Minerval como medicamento sin las autorizaciones obligatorias. El Minierval se encuentra ahora en fase de ensayo clínico internacional, por el momento con éxito.
La Conselleria inició este proceso después de que se archivara definitivamente la causa penal contra Escribá. También fue investigado otro catedrático de la UIB, que del mismo modo fue exonerado de toda sospecha de las acusaciones formuladas desde instancias médicas del servicio de Oncología del Hospital de Son Espases.
El caso lo llevó el titular del Juzgado de Instrucción número 9 de Palma, el juez Enrique Morell, quien consideró que no quedaba debidamente justificada la perpetración del delito de estafa denunciado, ya que no se acreditó que el Minerval se vendiera a enfermos como anti cancerígeno, a cambio de elevadas sumas, sin control y sin que su eficacia se probara.
Tras el archivo el juez remitió el caso a la Conselleria de Salud por si existían motivos para incoar un expediente administrativo sancionador por las actividades comerciales realizadas con el producto ‘Minerval’ (ácido 2-hidroxioleico) desde 2004. La Agencia Española de Medicamentos considera el Minerval , está considerado un medicamento «huérfano».
Esto significa que aún no está autorizado para su comercialización. Su utilización debe limitarse a ensayos clínicos, fase en la que se encuentra el producto, dentro de un estudio multicéntrico internacional, con financiación multimillonaria y un equipo de prestigiosos centros implicado en las pruebas.
1 comentario. Dejar nuevo
Me parece una sinvergüenceria el expediente administrativo, cuando el juez no ha encontrado motivos, más parece una caza de brujas, con razón se dice que nadie se hace profeta en su tierra.