Carlos Hernández /
La correduría de seguros Uniteco Profesional ha ampliado las coberturas de su seguro de responsabilidad civil profesional en dos aspectos que impactan directamente en el patrimonio del médico. Se trata de la defensa ante expedientes disciplinarios en el ámbito privado y la ampliación de 18 a 30 meses de la garantía de subsidio por inhabilitación.
Gabriel Núñez, presidente de Uniteco Profesional, ha destacado que “con esta ampliación en las coberturas del seguro de responsabilidad civil profesional protegemos de una manera más completa a médicos y odontólogos”.
La importancia de esta cobertura reside en las gravísimas consecuencias que los expedientes disciplinarios de la Administración Pública o de entidades privadas pueden acarrear, llegando a importantes multas, a la pérdida del puesto de trabajo, o incluso a la inhabilitación por parte del Colegio Profesional.
Emilio Beneytez, director de Operaciones de la correduría, ha afirmado que “los pacientes inician estas vías pensando que de esta manera van a recibir una indemnización, sin embargo, lo que están solicitando es que se inicie un expediente disciplinario o sancionador contra el profesional de la salud”.
Las posibles consecuencias pueden llegar a ser muy perjudiciales para el profesional, llegando a la inhabilitación o incluso a la pérdida del puesto de trabajo (separación del servicio). La ampliación del subsidio por inhabilitación de 18 a 30 meses implica que este seguro es el único del mercado que actualmente ofrece esta protección.
Además, Núñez ha resaltado que “como siempre, este seguro está ampliamente reforzado con la defensa jurídica de profesionales de gran experiencia y especializados en este tipo de reclamaciones para la mejor defensa de los intereses de los demandados”. Uniteco gestiona cada año más de 1.000 siniestros de responsabilidad civil profesional en todas las jurisdicciones procesales, además de los ámbitos privados.
La correduría ha destacado también que hay que tener en cuenta que existe una gran cantidad de organismos que permiten al paciente instar una reclamación disciplinaria, gratuita, ágil y dinámica, y de los importantes y perniciosos efectos que suelen ser desconocidos por muchos profesionales sanitarios.
En este aspecto han recordado los que provienen de las áreas de Recursos Humanos de sus lugares de trabajo, que pueden instar de oficio un expediente disciplinario, por la queja de un paciente o, incluso, por un superior o un compañero. También se pueden generar expedientes desde los distintos departamentos de inspección que, de oficio, pueden analizar procesos, protocolos o normativa en el puesto de trabajo. Por último, los expedientes pueden llegar también desde las Consejerías con competencias en consumo y calidad, o desde los colegios profesionales, que de oficio o a instancia del paciente pueden iniciar un expediente disciplinario que puede llegar a la inhabilitación del profesional.