No resulta fácil abrir el diario El Mundo y sorprenderse con el ñoñeo del “inútil” (no pregunte qué alto cargo sanitario socialista ha puesto las comillas) director general de Recursos Humanos del Ib-Salut, Gabriel Lladó, por el tango que tienen montado en su negociado.
Ha venido a decir el medio cargo que las acusaciones de los médicos de familia de que se han podido “filtrar preguntas del examen”, de que “no se pudieran revisar las correciones” o de ilegalidades como que se hubieran “impugnado preguntas incluso antes de la corrección de los exámenes”, eran producto del “error, no de la mentira”. Bien dicho, Biel. Ha hecho que recuerde lo que me dijo una paciente en una incapacitación cuando le pregunté si sabía que día era -lo sé doctor, pero no lo recuerdo.
Es oír esa filosofía del eterno retorno en el error llorica, y girar la cabeza hacia el Boletín Oficial de las Islas Baleares del otro día, del 31 de Enero de 2019. Es oírle decir en la pluma mundana de Maite Amorós que Lladó estaba “molesto” alentando a las acciones judiciales pertinentes, que en seguida se nos ha venido a la cabeza Juan Carrau y el Ministerio Fiscal en pleno.
Contribuyamos entonces desde aquí al refreshing entre error y mentira, director, que hay que ir entendiendo cuáles son los lindes entre la una y la otra.
Dice el BOIB 14 que Julielamorosofirmante rectifica “errores observados en la resolución anterior”, debiendo “incluirse en la lista de personas admitidas en el turno libre de la oposición a celador a D. Bartolomé Crespí Mascaró”. La razón que alega, y que ya debe viajar hacia el despacho de plaza patines, es que “no aporta la titulación académica”. Y claro, usted se está preguntando quién putes es Bartolomé Crespí Mascaró.
¿Y si resultara que el tema no es que no tuviera la titulación sino que no la hubiera presentado en plazo? ¿Y si un tal Antonio Mascaró Crespí fuera su hermano? ¿Y si resultara que Antonio Mascaró Crespí, siendo su hermano, fuera el subdirector de compras del Ib-Salut? ¿Y si le hubieran intercambiado el apellido al hermano para que no se notara, y lo hubieran hecho primo para tener que rectificarlo después? Una consellería que se mueve por impulsos de amor, que tiene amantes, contratantes y amigos necesitaba más de un primo al que echarle las culpas. Al primero ya lo teníamos detectado desde hace tiempo. Al carnal que tiende a la hermandad propia y pandillera de la causa roja ya tenemos como vigilarlo. ¿Saldría publicado en algún otro BOIB firmado a sabiendas por Julielamorosofirmante la corrección de errores para concretar que Bartolomé Crespí Mascaró es finalmente Bartolomé Mascaró Crespí? No, sencillamente han confeccionado con dos cojones otro BOIB, éste en castellano, con la misma fecha, el mismo número (14) y la misma firma que -sin decirlo- certifica la mentira del nuevo error. ¿Cuál de los dos se presentará a la oposición, familia? ¿Se presentarán los “familias” a la próxima opo de camilleros?