El pasado 21 de marzo se cumplieron 24 años desde que Salut i Força inició su trayectoria en el ámbito de los medios de comunicación. Ha pasado mucho tiempo, ciertamente. Pero podemos afirmar, bien fuerte y bien claro, que el tiempo no ha pasado en vano. Ni mucho menos.
Aquel proyecto incipiente, todavía dubitativo e incierto, ha dado paso, a medida que los años han transcurrido, a una marca emblemática dentro del sector de la comunicación, y más específicamente de la comunicación sanitaria y científica.
Los hombres y mujeres de Salut i Força nos podemos enorgullecer de haber construido, paso a paso, un proyecto sólido, solvente, riguroso, que ha asumido por derecho propio la consideración de medio de referencia de la información y la divulgación en términos de salud.
Por supuesto, la dedicación y el compromiso de todos y cada uno de los profesionales, articulistas, colaboradores e invitados que, en un momento u otro, han formado parte, o forman parte todavía, de la gran familia de Salut i Força, han resultado determinantes para cumplir los objetivos que nos marcamos hace casi un cuarto de siglo.
Ahora bien, ni siquiera este firme compromiso profesional hubiera sido suficiente si no hubiéramos tenido de nuestra parte un factor clave: los lectores, telespectadores y oyentes que han confiado en Salut i Força. Por eso mismo les queremos dar, de todo corazón, y con toda sinceridad, las gracias.
Mil gracias por haber confiado en nosotros a la hora de formarse e informarse en torno al que es, sin lugar a dudas, el patrimonio más importante de todas las personas: la salud. Ha sido un orgullo recorrer de la mano este largo y provechoso camino de 24 años.
Nuestra pretensión es seguir haciéndolo durante mucho más tiempo, con el rigor, la pluralidad, la seriedad y la objetividad que siempre han caracterizado nuestra labor informativa y divulgativa.
Son estos unos valores fundamentales para la consolidación de cualquier apuesta de comunicación, y a los que, cuando se trata de la salud, hay que añadir otro que igualmente ha marcado siempre nuestra hoja de ruta: la accesibilidad. O, dicho en otras palabras, la utilización de un lenguaje llano, directo, sencillo, cotidiano, que haga más asequible la comprensión de todas aquellas cuestiones que hay que tener en cuenta en materia de prevención y tratamiento de la salud.
Prometemos seguir por esta misma senda, durante los próximos 24, 48 ó 72 años. Los que la providencia nos conceda, y ustedes nos otorguen.