España tiene ya tantos fumadores como antes de las leyes antitabaco, después de 12 años de un impacto positivo de las leyes de 2005 y 2010. Y ante ello, es necesario analizar los porqués de estos datos. Unos dicen que es debido a la dejadez en las políticas de control del tabaquismo, la autocomplacencia y la pasividad, que tratándose de el principal problema de salud pública denota una clara falta de sentido de la responsabilidad por parte de los Gobiernos implicados.
Ante ello, los expertos defienden que en la lucha contra el tabaco hay que ir añadiendo medidas. Por eso plantean medidas fiscales (subir el precio del tabaco es la medida más eficaz), y equiparar los impuestos de la picadura de tabaco con los de los cigarrillos.
¿Cómo pretenden conseguirlo los ingleses?
Reino Unido en el segundo país de Europa con menos fumadores, solo por detrás de Suecia. Las últimas cifras oficiales señalan que el 16,6% de la población británica mayor de 16 años es fumadora y la mayoría de ellos confiesa que le gustaría dejarlo y además actualmente el 6,3% de los británicos vapea.
Hasta ahora el objetivo del gobierno era reducir el número de fumadores al 12% de la población en 2022.
La primera de las nuevas medidas del Ejecutivo británico pasaría por seguir concienciando a la población del riesgo de este hábito, que está vinculado con 114.500 muertes cada año.
Que en Reino Unido esté grabado con el equivalente a un 20% de IVA hace que el precio se dispare -la misma cajetilla que en España ronda los 5 euros en el Reino Unido puede superar los 14 euros- y la consecuencia inmediata de esto es un importante mercado negro al que el gobierno también intentará poner freno con su nuevo plan.
Además, para asegurarse de que todos los fumadores reciban la ayuda necesaria para abandonar este hábito sin que ello repercuta en el servicio nacional de salud (NHS), otra de las medidas que el gobierno baraja es obligar a las tabacaleras a que sean ellas las que asuman el coste de esos tratamientos.
Analizando el mapa del tabaco en Reino Unido se comprueba, por ejemplo, que no se fuma lo mismo en las grandes ciudades que en el medio rural – más en Irlanda del Norte, Escocia y Gales que en Inglaterra; que quienes ganan mas de 45.000 euros fuman menos (10,7%) que los que están entre 11.000 y 16.000 euros (22,3%); por sexos, los hombres fuman más (17%) que las mujeres (16,2%); por edades, los jóvenes de 16 a 24 años (23%) más que los mayores de 60 años (10,2%); y que mientras 1 de cada 4 personas que desempeña trabajos que requieren un esfuerzo físico son fumadores, solo 1 de cada 10 de los que ejercen profesiones de perfil intelectual siguen llevándose un cigarrillo a la boca.
Entre sus históricas medidas están: la prohibición en 1964 de su publicidad en radio y televisión; la prohibición en 2002 de cualquier anuncio impreso; en 2005, las empresas de tabaco dejaron de poder patrocinar equipos deportivos; en 2007 entró en vigor la prohibición de fumar en espacios públicos; en 2011 desaparecieron las máquinas expendedoras y desde 2016 los paquetes de cigarrillos están sujetos a lo que se conoce como empaquetado neutro por el que las cajetillas tienen que ser todas iguales independientemente del fabricante: mismo color, mismas imágenes referidas a los riesgos y consecuencias de su consumo, mismos mensajes y el nombre de la marca en pequeño y con una tipografía completamente aséptica.
Y en España, se va a hacer algo más?
Algunas medidas que han empezado a llevar a cabo son la de las playas sin tabaco, o la que en algunas regiones se plantea.
Cataluña anuncia una ley que prohibirá fumar en los coches privados. La nueva norma también impedirá el consumo de tabaco en instalaciones deportivas al aire libre y en el exterior de paradas de transporte público.
La nueva normativa, además de prohibir fumar en instalaciones deportivas al aire libre, paradas de transporte y vehículos privados, extenderá a cinco metros el perímetro de prohibición en los centros sanitarios, escolares y dependencias de la Administración pública.
Es un gran paso en la lucha contra el tabaquismo.
Prohibir fumar dentro de los vehículos privados, por un lado evita posibles despistes que pueden provocar accidentes y, por otro, fumar en un cubículo tan pequeño hace que se concentre una elevada cantidad de humo en muy poco espacio y con gran cantidad de sustancias tóxicas perjudiciales no solo para el fumador sino para el resto de pasajeros del turismo.
Y es que el tabaquismo continúa siendo el principal problema, que se puede prevenir, de salud pública en España, el principal factor de riesgo para la salud de las personas. Hagamos algo, por favor.