JUAN RIERA ROCA /El cribado auditivo llega ya al 98% de neonatos de las Baleares, según fuentes de la Conselleria de Salud. La cobertura de esta prueba ha crecido 10 puntos porcentuales en seis años: del 88,43% de 2012 al 97,65% del total de neonatos cribados el año pasado. El año pasado, en las Islas Baleares se hicieron pruebas de cribado auditivo neonatal a 9.983 bebés, el 97,65 % del total de recién nacidos, lo que representa un aumento de casi 10 puntos porcentuales respecto a la cobertura de 2012, cuando se hizo el cribado al 88,43 % de los neonatos.
2018 fue el año en que se consiguió, proporcionalmente, llegar a más recién nacidos. Del total de bebés a quienes se hicieron las pruebas para detectar la hipoacusia neonatal, el 90,97% pasó la primera prueba y hasta el 99,15% superó el cribado sin detectar anomalía alguna en la audición. No obstante, el 7,66 % de los neonatos presentó factores de riesgo. A ocho de los niños cribados finalmente se les diagnosticó sordera, lo cual supone una incidencia del 0,8 por mil del total.
Pero la incidencia ha ido decreciendo con los años: el primer año en que se hizo el cribado (2012) fue del 1,57 por mil, ya que se diagnosticó sordera a quince recién nacidos. De los ocho casos de hipoacusia detectados el año pasado por medio del cribado neonatal, en seis se diagnosticó sordera bilateral: en tres, sordera moderada, y en otros tres, grave o profunda. En otros dos casos se trató de sordera unilateral moderada.
El Programa de Detección Precoz de la Hipoacusia Infantil consta de dos partes: una se dirige a todos los recién nacidos de las Islas Baleares en centros sanitarios públicos o privados o en partos domiciliarios. El objetivo es la identificación temprana de los niños con déficit auditivo para poder iniciar el tratamiento adecuado lo antes posible y de este modo evitar o minimizar los graves problemas de adquisición del lenguaje, de comunicación, de aprendizaje y de aislamiento social.
La prueba de audición consiste en una técnica muy sencilla, llamada otoemisiones acústicas (OEA), en la que se coloca un pequeño adaptador en el conducto auditivo del bebé a través del cual se emiten unos sonidos suaves y se recoge la respuesta. En los casos en que el bebé no pasa esta prueba o tiene determinados factores de riesgo de sordera, se hace otra prueba llamada potenciales evocados auditivos automáticos (PEATCa), también muy sencilla, que consiste en ponerle unos auriculares a través de los que se envía un estímulo sonoro, mientras unos pequeños electrodos recogen la respuesta auditiva. A pesar de que no son dolorosas ni molestas, para hacer cualquier de estas pruebas el bebé tiene que estar relajado o dormido.
La otra parte del Programa se lleva a cabo en la etapa escolar, a todos los niños del 1r curso de educación primaria de escuelas públicas, concertadas y privadas de las Islas Baleares, dado que el 20 % de las sorderas son tardías y aparecen después del nacimiento. Es un servicio que ofrece exclusivamente la sanidad pública de las Islas Baleares.El cribado escolar hace posible el diagnóstico y el tratamiento precoz de la sordera, lo cual permite aprovechar el periodo crítico de desarrollo del niño y hace posible la integración correcta del escolar y la mejora del rendimiento académico, de modo que ayuda a evitar el fracaso académico.