JUAN RIERA ROCA / La patronal Unión Balear de Entidades Sanitarias (UBES), ha participado en Termatalia, la Feria Internacional de Turismo Termal, celebrada entre el 18 y 21 de este mes en Orense, un intercambio internacional de experiencias para impulsar el mercado estratégico del turismo termal y de bienestar.
Antoni Fuster, gerente de UBES, ha participado en diferentes reuniones de trabajo para hablar de asistencia transfronteriza y en una mesa de debate sobre ‘Barreras y oportunidades del turismo de salud tranfronterizo’ junto a João Pinto Barbosa, secretario general de la Asociación das Termas de Portugal.
Fuster ha manifestado: «La asistencia sanitaria transfronteriza es un derecho que ampara a todos los ciudadanos europeos y puede significar un estímulo para el sector sanitario y la economía de Balears en general. Para ello es muy importante el apoyo institucional y la colaboración público-privada».
Sin embargo, ha dicho, hasta el momento ha sido «una oportunidad perdida». La asistencia sanitaria transfronteriza es una directiva europea de 2011 que abría la puerta a la movilidad de los pacientes en los países de la UE y establecía unas reglas para facilitar su acceso a una asistencia sanitaria segura y de alta calidad en la UE.
«La asistencia sanitaria transfronteriza intentaba solucionar de manera ordenada el problema del turismo sanitario y era una posibilidad magnífica para acabar con las listas de espera que existen en todos los países de la Unión Europea», manifestó el gerente de UBES en este encuentro internacional.
Sin embargo, ha señalado Fuster, la directiva no ha tenido ningún impacto en el sistema sanitario español ni en la sanidad privada balear. La asistencia sanitaria transfronteriza debe garantizar a un paciente de un país europeo que necesita un tratamiento el poder viajar a otro país de la UE para recibirlo.
El ciudadano corre a cargo de los gastos de la atención sanitaria, que luego es reembolsada por el servicio de salud de su país de filiación. Solo están cubiertos por la norma los tratamientos incluidos en la cartera de servicios de su país de origen. Algunos tratamientos necesitan una autorización previa.
La atención sanitaria puede ser prestada tanto por un centro público como de titularidad privada. Los pacientes que quieran recibir asistencia en otro país de la Unión Europea diferente del suyo deben acudir a los Puntos Nacionales de Contacto y allí serán informados de todo el procedimiento.
Sin embargo, todavía existe un gran desconocimiento sobre la normativa. En cuanto a las cifras, aproximadamente 200.000 pacientes se benefician anualmente de la Directiva para recibir tratamientos sanitarios en el extranjero. No son cifras significativas, ya que suponen menos del 0,05% de la población europea.
En cuatro años España solo ha recibido 52 peticiones por autorización previa y 10.067 por procedimientos que no necesitan autorización previa, de las más de 49.000 peticiones que se han lanzado en toda la Unión Europea. Mientras que el sistema sanitario balear, ni público ni privado, no ha recibido ninguna petición.
Antoni Fuster señaló a lo largo de su participación en el encuentro que «la anticipación del pago de la asistencia puede suponer una barrera económica para algunos ciudadanos», además de que esta actividad no ha sido promovida por algunos países «por motivos políticos».
El turismo de salud, dentro de la asistencia sanitaria transfronteriza, es uno de los objetivos del Segmento Estratégico Turístico (SET) de Salud y Bienestar, que forma parte de la Agència d’Estratègia Turística de les Illes Balears (AETIB). El SET es una alianza público-privada para desarrollar productos turísticos de gran valor añadido.