JUAN RIERA ROCA / El Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos (CGCOM) y el Consejo General de Dentistas vuelven a reclamar a los grupos parlamentarios la urgente necesidad de aprobar una ley estatal que regule la publicidad sanitaria. Ambos consejos han formado un frente común ante este problema.
El motivo de insistir en esta cuestión son los publirreportajes que aparecen con frecuencia en distintos medios de comunicación promocionando la actividad sanitaria de sociedades mercantiles y cuyo formato no permite al ciudadano percibir con claridad que se trata de una publicidad encubierta.
El Consejo General de Dentistas considera que con este tipo de publirreportajes se pueden incumplir los artículos 64.3.g y 65 del Código de Deontología Médica del CGCOM. “No se trata de una publicidad objetiva, prudente ni veraz, puesto que puede levantar falsas esperanzas en los lectores y/o pacientes en cuanto al resultado de tratamientos de diversas enfermedades, algunas tan graves como el cáncer”, declara el Dr. Castro.
En esta línea, desde el Consejo General de Dentistas y el Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos (CGCOM) añaden que hay que frenar cuanto antes la mercantilización de la salud, pues algunos empresarios anteponen su propio enriquecimiento sobre la salud de los pacientes: “Siempre mantendremos nuestra política de tolerancia cero hacia estas actuaciones y defenderemos la ética y deontología en el ejercicio profesional”, explica el Dr. Castro.
Por su parte, el presidente del Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos, el Dr. Serafín Romero, incide en lo que marca el Código de Deontología de la Profesión Médica Española: “La profesión médica tiene derecho a utilizar la publicidad. El anuncio publicitario debe perseguir el equilibrio entre dar a conocer los servicios que un médico está capacitado para prestar y la información que debe tener un paciente o usuario para elegir sus necesidades asistenciales con garantías para su persona y su salud”.
Para el Dr. Romero “la publicidad debe estar reservada a los espacios y medios específicamente dedicados a este fin; el ciudadano debe percibir con claridad que se trata de un mensaje publicitario y debe quedar claramente diferenciado el mensaje publicitario de la comunicación del avance científico” y añade que, desde el CGCOM, “venimos defendiendo una publicidad responsable, basada en criterios de objetividad, prudencia y veracidad, no generadora de falsas expectativas, ni generadora de falsas necesidades relacionadas con la salud”.