REDACCIÓN / Un estudio internacional con 3.500 pacientes confirma el efecto positivo del ejercicio para tratar el dolor lumbar. El dolor lumbar inespecífico es la primera causa de discapacidad en todo el mundo, y el dolor crónico que genera más gasto social. Su coste está aumentando en todo el mundo.
Varios estudios científicos previos habían sugerido que el ejercicio podía ser eficaz para mejorar la intensidad del dolor y el grado de discapacidad que genera esta dolencia. Sin embargo, las características propias de esos estudios, tales como el tipo y número de pacientes que participaron en ellos, el tipo de ejercicio que se aplicó, la duración de su seguimiento y los demás tratamientos que los pacientes recibieron a la vez, dificultaban confirmar el efecto intrínseco del ejercicio y determinar los factores que influyen en su efecto (es decir, el tipo concreto de pacientes a los que les resulta más beneficioso).
Por ello, un equipo multidisciplinario compuesto por 35 investigadores pertenecientes a 31 prestigiosas entidades científicas y clínicas internacionales, ha realizado un «meta-análisis de datos individuales». El equipo identificó los 27 ensayos clínicos más rigurosos realizados en todo el mundo para evaluar el efecto del ejercicio y, aplicando unos métodos científicos especialmente sofisticados y rigurosos, analizó conjuntamente los datos de los 3.514 pacientes que habían participado en ellos.
Su resultado ha sido refrendado por la revista científica más importante en el ámbito de la Medicina deportiva, British Journal of Sports Medicine. Al compendiar una muestra amplísima y analizarla globalmente con métodos científicos especialmente sofisticados, el grupo ha alcanzado conclusiones fiables sobre la efectividad del ejercicio en sí mismo, ajustando los resultados por cualquier otro factor que en algún estudio hubiera podido confundir su efecto. Y, además, ha permitido cuantificar el efecto del ejercicio e identificar las características que lo incrementan (es decir, identificar a los pacientes en los que el ejercicio tiene más probabilidades de ser más eficaz).
Los resultados demuestran que, en los pacientes con dolor lumbar, hacer ejercicio conlleva por sí mismo (con independencia del eventual efecto de otras medidas y tratamientos) una reducción de más del 20% de la intensidad del dolor, una mejoría del 23% del grado de discapacidad y un 380% más de posibilidades de sentirse globalmente recuperado. Además, estos resultados han permitido identificar que el efecto del ejercicio es mayor entre los pacientes que tienen un índice de masa corporal bajo (es decir, no son obesos), y aquellos cuyo trabajo no exige grandes esfuerzos físicos. Entre los pacientes que toman fármacos para controlar su dolor, el efecto del ejercicio también es mayor.
Para el Dr. Francisco Kovacs, médico mallorquín y único coautor español del estudio, que actualmente está en la Unidad de Espalda Kovacs del Hospital Universitario HLA-Moncloa y dirige la Red Española de Investigadores en Dolencias de la Espalda (REIDE), «este estudio aporta la confirmación definitiva sobre la efectividad del ejercicio como tratamiento del dolor lumbar. Y, además, al detectar los factores que permiten identificar a los pacientes en los que tiene más efecto, sienta las bases para investigar qué ejercicio específico es más adecuado para cada paciente concreto en función de sus características».
Este estudio se ha realizado en paralelo con la revisión Cochrane sobre la eficacia del ejercicio para tratar el dolor lumbar. El equipo de trabajo analizó el rigor metodológico de todos los ensayos clínicos realizados previamente para evaluar el efecto del ejercicio, e identificó los 27 ensayos más rigurosos, en los que los resultados tenían menos riesgo de estar sesgados.
Esos 27 ensayos clínicos habían sido realizados en Australia (4), Dinamarca (4), Italia (3), Países Bajos (3), Reino Unido (2), EE. UU. (2), Finlandia (2), España (1), Hong Kong (1), Suiza (1), Suecia (1), Noruega (1) y Brasil (1); y un ensayo multipaís. La mayoría de ellos se realizaron en entornos sanitarios (10 en atención hospitalaria y 6 en atención primaria); 5 en entornos laborales y 6 en población general o entornos mixtos.
En esos 27 ensayos habían participado 3.514 pacientes, con edades medias comprendidas entre los 37 y 60 años. El 55,5% eran mujeres, la duración media del dolor era de 14 meses, su intensidad media era de 53,5 puntos en una escala en la que el dolor más intenso posible correspondía a 100, y el 63,1% de los pacientes tenía dolor irradiado a la pierna.
Para analizar conjuntamente los datos de los 3.514 pacientes, los investigadores siguieron un sofisticado sistema establecido por el Grupo Cochrane de Espalda y Cuello, y analizaron la eventual influencia de todos los factores que hubieran podido influir en el efecto del ejercicio, incluyendo aspectos sociodemográficos (edad, sexo, nivel académico, etc.), clínicos (antecedentes clínicos, intensidad y duración del dolor, cirugía previa, existencia de dolor irradiado a la pierna, etc.), psicológicos y laborales.
En este meta-análisis han participado 35 expertos de 31 instituciones internacionales de Australia, Estados Unidos, España, Canadá, China, Brasil, Holanda, Reino Unido, Suiza, Suecia, Dinamarca y Noruega. El Dr. Francisco Kovacs, de la Unidad de Espalda Kovacs del Hospital Universitario HLA-Moncloa y Director de la Red Española de Investigadores en Dolencias de la Espalda (REIDE) es el único investigador español participante.
Además de la REIDE, algunas de las instituciones participantes son la School of Rehabilitation Science, de la Universidad de McMaster (Ontario, Canadá); el Departamento de Salud Pública y Epidemiología de la Universidad de Dalhousie (Nueva Escocia, Canadá); la División de Fisioterapia del Departamento de Neurobiología del Instituto Karolinska (Estocolmo, Suecia); el Instituto de Salud Músculo-esquelética de Sydney (Australia); el Centro de Investigación en Artritis y el Instituto de Investigación en Atención Primaria y Ciencias de la Salud de la Universidad de Keele (Staffordshire, Reino Unido); y el Departamento de Ciencias de la Salud de la Universidad de Vrije (Amsterdam, Holanda).