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JOAN MARCH / Farmacéutico, historiador de la salud y académico: «Es el momento histórico para que la Academia de Medicina dé paso a la primera académica enfermera»

JUAN RIERA ROCA / El doctor Joan March, farmacéutico y uno de los grandes expertos en la Historia de la Salud, ha tomado la decisión de ceder su puesto de académico numerario de la Real Academia de Medicina de las Islas Baleares (RAMIB) para generar una vacante en el cupo de académicos ‘no médicos’ y facilitar de ese modo la proclamación de la primera enfermera como miembro de la RAMIB, en la persona de la doctora enfermera Gloria Gallego, profesora universitaria, con una gran trayectoria docente, de práctica asistencial y científica, siendo hoy ‘referent’ de control de artículos científicos de impacto en la literatura científica. El doctor Joan March reflexiona en esta entrevista sobre la idoneidad histórica de este momento para que una enfermera entre en la Academia, en el año del reconocimiento mundial de esta profesión sanitaria y en un entorno en el que las enfermeras han logrado ser piezas imprescindibles de la atención sanitaria y tienen un creciente peso específico como científicas.

P.― Usted ha tomado una decisión importante relativa a su pertenencia a la Real Academia de Medicina de las Islas Baleares (RAMIB) para facilitar la entrada como nueva académica por el cupo de ‘no médicos’, a la doctora enfermera Gloria Gallego. ¿Qué paso va a dar en ese sentido?
R.―
He solicitado a la RAMIB que permita pasar de mi actual situación de académico de número a académico emérito para facilitar la designación de la doctora Gallego al crear esa vacante en el cupo de académicos ‘no médicos’.

P.― ¿Por qué ahora?
R.―
Este es un momento muy importante para la Academia, con una implantación social y una imagen muy distinta a la que pudiera tener hace diez años. Los actos y memorias científicas de la RAMIB son cada vez más y más importantes, más variados, diversos y plurales. La sociedad está viendo hoy que tras más de 170 años de existencia es una institución viva. Sin embargo, si no sabe estar a la altura de las circunstancias, evolucionar y conectar con la sociedad va dejar de tener razón de ser. Hemos logrado una gran implantación social y a nivel de medios de comunicación que pone en evidencia que la Academia sabe dónde está y lo que quiere hacer.

P.― La Enfermería vive, además, en 2020 su gran reconocimiento internacional.
R,―
Así es. La 72ª Asamblea Mundial de la Organización Mundial de la Salud, celebrada en Ginebra, acordó por unanimidad declarar 2020 como Año Internacional de la Enfermera y la Matrona. Por primera vez en la historia, las naciones del mundo se unirán para rendir justo homenaje a la importantísima aportación a la salud que desarrollan desde hace muchos años enfermeras y matronas a través de su trabajo asistencial, de investigación, de educación para la salud y docencia, todo en beneficio de la salud de las personas en general. 2020 es el año en el que la Enfermería va a ser reconocida como una gran profesión médica.

P.― ¿Está la importancia de las enfermeras adecuadamente reconocida?
R.―
En estos momentos sí. En cualquiera de los equipos de profesionales de la salud que atienden a los pacientes en cualquier lugar en el que se practique la medicina ―quirófanos, centros de salud, en la ayuda al dependiente― hay enfermeras que trabajan activamente y que son indispensables para que las cosas funcionen. La Academia de Medicina de Baleares tiene que asumir esta realidad. Como algo natural la Enfermería tiene que entrar en la Academia. Las enfermeras ya están en todos los lugares en los que se atiende a la salud. Es el momento de dar ese paso.

P.― ¿Espera usted que tras ese paso suyo se presente la candidatura de la Dra Gloria Gallego?
R.―
Sí. Ya hubo tres académicos que presentamos su candidatura en una pasada votación, en la que finalmente no se eligió a ningún nuevo académico por falta de los votos necesarios, pero en la que se decidió que había que convocar nuevamente la plaza que no se había podido elegir. Con mi paso a académico emérito posibilito que se pueda convocar una plaza más en la cuota de los académicos ‘no médicos’ y creo que esa plaza la ha de ocupar la Dra Gallego. Pero es más, pido que sean tres académicos de la Junta de la RAMIB los que promocionen y defiendan, de acuerdo con los Estatutos, la entrada de la Gloria Gallego y no simplemente que la vuelvan a presentar los mismos que ya lo hicimos hace ahora un mes. Por ello, quienes tuvimos el honor de promocionar a la Dra Gallego, se lo cedemos a la Junta de la Academia y en especial a a su presidente, el Dr Macià Tomàs.

P.― ¿Anima usted a tomar esa iniciativa?
R.―
La Junta de la RAMIB ha de dar este paso, consciente de que entrando la Enfermería en la Academia se refuerza la institución y le da una mayor proyección social. Creo que el presidente de la Junta, el Dr Macià Tomàs, tiene que encabezar la propuesta de que una enfermera entre en la Academia, sin que esa candidatura se convierta en la oficial (que los académicos voten según sus preferencias) pero de modo que sí redunde en una mejora de la imagen de la institución. Con esta acción se respondería, además y de alguna forma al convenio que se firmó hace cinco años con el Colegio Oficial de Enfermería de las Islas Baleares (COIBA). Un acuerdo que se alcanzó para promocionarse mutuamente y garantizar una presencia activa de las dos instituciones en la sociedad.

P.― Las enfermeras tienen un peso científico considerable, tal vez poco conocido por la sociedad.
R.―
Las enfermeras tienen ya el mismo tipo de reconocimiento académico que pueda tener un biólogo, un físico o un químico, es decir, grados académicos que ya tienen su representación en la Real Academia de Medicina de las Islas Baleares como profesiones afines a la salud. Y son, ésas a las que me he referido, profesiones algo menos afines a la salud de lo que representa la Enfermería en los equipos de salud de hoy en día. Hay que tener en cuenta además que si hace unos años no había doctoras en Enfermería [poseer un doctorado es condición imprescindible para ser académico] hoy en día es normal y frecuente ver enfermeras que alcanzan el doctorado y lo hacen con la misma brillantez que farmacéuticos, médicos, biólogos, etcétera. No tiene que haber dudas en personas, como son los académicos, que conocen bien las ciencias de la salud, que el Grado de Enfermería tiene valor más que suficiente para estar en la RAMIB.

P.― Háblenos de la Dra Gallego.
R.― La Dra Gallego es una persona de probado prestigio, que tiene además un doble grado. Posee dos carreras: la de Historia del Arte y la de Enfermería y es doctora en Humanidades y Ciencias Sociales. Hay que señalar que la Dra Gallego es referent en diferentes revistas dedicadas a publicar artículos científicos de Enfermería, es decir, que califica los artículos que aparecerán en las publicaciones especializadas de primer orden y de gran impacto científico. Ello supone que la Dra Gallego goza de un gran reconocimiento, no solo por las publicaciones académicas sino por la práctica profesional que ha desarrollado y el papel de vigilancia de la calidad de las publicaciones en la literatura científica.

P.― ¿Qué grado de cumplimiento del convenio con el COIBA se da, a su juicio, por parte de la RAMIB?
R.―
Dado que dos instituciones firmaron un acuerdo de apoyo mutuo para ofrecer lo mejor de cada una de ellas a la sociedad y apoyarse en todas las actividades conjuntas, sería ingenuo pensar que el Colegio de Enfermería no albergara la intención de que en un determinado momento existiese la posibilidad real de que una enfermera entrase en la Academia. De otro modo no hubiera tenido demasiada razón de ser este acuerdo. Hay que tener en cuenta que además, quien aporta la carga de este acuerdo es el Colegio de Enfermería, que proporciona anualmente una cantidad económica a la Academia para que ésta pueda convocar un premio relacionado con la profesión de Enfermería. Los acuerdos se alcanzan para beneficio de las dos partes. Creo que la Academia y especialmente su presidente, cuando se firmó este acuerdo, eran plenamente conscientes de la gran ilusión por parte del Colegio de Enfermería de que un día una enfermera se convirtiera en académica. Esa aspiración formaba parte del “convenio no escrito” y se esperaba que a través de los mecanismos democráticos de elección de académicos se llegara a ello algún día.

P.― ¿Detecta usted algún tipo de reticencia?
R.―
Cuando en la Academia se presentan candidatos los académicos valoran en primer lugar su currículo, su trayectoria profesional y una serie de lo que podríamos denominar elementos intangibles, como la oportunidad de que se produzca una incorporación determinada en un momento determinado. Yo creo ahora todos los factores de oportunidad indican que es el momento de que en la Real Academia de Medicina de las Islas Baleares se pudiera proclamar un académico o académica procedente de la profesión enfermera, con el añadido de que estamos en el Año Internacional de la Enfermera y la Matrona. Sería un aldabonazo muy importante de cara a sociedad balear en el sentido de decir que la RAMIB está al día y ha querido considerar la valía de una enfermera, que tiene el mismo valor como profesional de la salud que cualquiera del resto de académicos, y lo ha hecho en este momento y en este año.

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