JUAN RIERA ROCA / La comunidad universitaria de la Universitat de les Illes Balears (UIB) ha puesto a disposición de los centros hospitalarios seis impresoras en 3D que cinco grupos de investigación de la UIB y del IMEDEA (CSIC-UIB) utilizan para su actividad investigadora. A esta iniciativa se han adherido profesores que tienen impresoras en su casa.
También participan en esta iniciativa alumnos coordinados por la asociación de estudiantes de la Escuela Politécnica Superior, que han ofrecido cuatro impresoras en 3D más par a atender las necesidades de los centros hospitalarios en el marco de la emergencia sanitaria causada por la pandemia de COVID-19.
La primera entrega de piezas –que se han empezado a fabricar se añadirán a las que ya han fabricado otros colectivos, para que el personal sanitario del Hospital Universitario Son Espases –pueda abrir las puertas con el codo, sin tener que tocar los pomos con las manos. Este adaptador contribuirá a reducir el riesgo de contagio en los centros hospitalarios.
Los expertos sanitarios recuerdan que las manecillas son un foco importante de infección, de ahí la importancia de lavarse las manos, dado que a lo largo del día se manejan pomos de puertas cientos de veces. Esta iniciativa la coordina el Centro de Simulación y Unidad de 3D del Hospital Universitario Son Espases, con el que colabora la UIB.
Ya hay otras colaboraciones para cubrir las demandas de otros centros, como el Hospital de Inca. La iniciativa la coordinan la Dra Yolanda González y el Dra Bartomeu Alorda, profesores y miembros del grupo de investigación en e-Health y Telemedicina Multidisciplinaria a través de Sistemas Inteligentes Ciberfísicos, del IdiSBa.
El equipo de voluntarios que participa está formado por investigadores de los grupos de investigación en Química Analítica, Automatización y Medio Ambiente, en Sistemas de Robótica y Visión (SRV), en Análisis por Inyección en Flujo y Análisis de Trazas (FI-TRACE), en Construcciones Arquitectónicas e Ingeniería de la Edificación (CONSTARQ).
También participan seis alumnos de la Asociación de Estudiantes de la Escuela Politécnica Superior, y un técnico especialista de los Servicios Cientificotécnicos de la UIB, que se han ofrecido para mantener las impresoras en funcionamiento. La iniciativa queda abierta a todos los miembros de la comunidad que dispongan de impresoras en 3D.