JUAN RIERA ROCA
El vicepresidente y conseller de Transición Energética y Servicios Productivos, Juan Pedro Yllanes, y el director general de Comercio, Miquel Pinyol, han participado en la reunión sectorial telemática que han mantenido con el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo para establecer cómo se aplicarán los planes de seguridad de desconfinamiento al sector comercial.
Según lo anunciado por el Gobierno del Estado, las Islas de Mallorca, Menorca e Ibiza entrarán en Fase 0 de del próximo lunes 4 de mayo. Durante esta fase el comercio minorista -locales de menos de 300 metros cuadrados- y los servicios como las peluquerías podrán abrir y recibir clientes con cita previa.
Las personas mayores, como colectivo vulnerable, tendrán preferencia y, siempre que la atención implique un contacto en el que se pueda garantizar la distancia de seguridad. El encargado de prestar el servicio deberá llevar obligatoriamente mascarilla y guantes. Se recomienda el uso de mascarillas habitualmente fuera del domicilio, especialmente en los espacios cerrados.
Formentera iniciará el próximo lunes día 4 la Fase 1 que incluye la reapertura de los comercios de forma generalizada bajo estrictas condiciones de seguridad para evitar aglomeraciones. Las terrazas de los bares también lo podrán hacer, pero únicamente el 30% de su aforo.
A fin de garantizar las medidas de seguridad en todo el proceso de desescalada, desde Vicepresidencia se ha reclamado al Ministerio la necesidad de disponer de unos planes de seguridad antes de día 04 de mayo. En caso de no tenerlos, Vicepresidencia ha asegurado que se aplicarán los que se han elaborado desde la Dirección General de Comercio.
El objetivo es garantizar la seguridad a toda la ciudadanía. En este sentido, también se ha solicitado que se destinen ayudas directas a los pequeños comercios para que puedan hacer frente al coste de mamparas, EPI o limpiezas especiales, a fin de poder adaptarse a las medidas de seguridad extraordinarias provocadas por la Covid-19.
Desde esta Conselleria también se ha pedido que se regulen las rebajas para evitar que se puedan convertir en un segundo “tsunami” para el pequeño comercio. Asimismo, se ha reclamado que se permitan abrir lineales de primera necesidad a los supermercados ya abiertos y también la reapertura de ferreterías, floristerías y de salida a la producción local de perecederos.