JUAN RIERA ROCA /
El uso de las mascarillas está recomendado por las autoridades sanitarias, e incluso en determinados lugares, como el transporte público, es obligatorio y parece ser que el Gobierno, como mando único durante el vigente Estado de Alarma, está estudiando hacer extensiva esta obligatoriedad a todos los entornos públicos, también a los abiertos.
Es fundamental conocer los diferentes tipos de mascarilla que podemos utilizar y qué propiedades de protección tiene cada una de ellas. El Dr. Luis Padilla, pediatra de Granada, explica cuáles todos los aspectos a tener en cuenta para elegir la mascarilla más adecuada en cada caso. Para empezar, explica que las mascarillas higiénicas no son productos sanitarios.
Sin embargo, eso no significa que no sean útiles. Todo lo contrario, ya que son las mascarillas que se recomiendan para la población sana. Son las especialmente indicadas para el caso de los niños. Eso sí, no todas son igual de válidas, y para asegurarnos de que llevamos una mascarilla que nos protege debemos comprobar que tienen alguna de estas tres certificaciones:
UNE 0064-1 de un solo uso para mayores de 12 años
UNE 0064-2 de un solo uso para menores de 12 años
UNE 0065 reutilizables y lavables.
Las mascarillas quirúrgicas son también las más recomendables para la población general, sobre todo para las personas con sospecha de infección por coronavirus, o con diagnóstico confirmado. Son mascarillas que filtran el aire que expulsamos y por lo tanto evitan que nosotros contagiemos a los demás por coronavirus.
Su nivel de protección a nosotros mismos no es tan elevado, pero si todos llevamos mascarilla todos nos protegeremos a todos. En cuanto a las mascarillas FFP2 que son las más demandadas y caras, el Dr. Padilla incide en que realmente no están indicadas para toda la población, sólo para aquellos que estén en contacto con pacientes infectados.
Estas mascarillas filtran el aire que expulsamos y el que tomamos, por lo tanto protegen a los demás y nos protegen a nosotros. Finalmente el Dr. Padilla habla de las mascarillas FFP2 (KN95 y N95) que disponen de una válvula. La válvula es una pieza de plástico que, al contrario de lo que muchos consideran, no es un filtro.
Es una válvula espiratoria que hace que el aire que expulsamos salga sin filtrarse, esto las hace más cómodas de llevar y no se humedecen tanto como las otras, pero a costa de que podemos contagiar a los demás, porque no filtran el aire que se expulsa. Estas mascarillas no deberían ser utilizadas en supermercado o en centros médicos.
“Lamentablemente son las que más vemos por las calles”, dice el Dr Padilla. Como solución parcial se puede colocar una mascarilla quirúrgica encima de la mascarilla con válvula, de modo que se garantiza la protección para quien la lleva pero también para las personas del entorno cercano en el caso de que se dé el caso de un infectado asintomático que desconoce que lo es.