JUAN RIERA ROCA
Un estudio del Vall d’Hebron Institut de Recerca (VHIR) señala que casi el 70% de los ancianos infectados de coronavirus en residencias son asintomáticos, frente al 55% de los trabajadores contagiados en estas instituciones. El estudio lo ha realizado un equipo multidisciplinar de profesionales del Hospital Vall d’Hebron, coordinado por la Dra. Magda Campins y el Dr Benito Almirante.
La Dra Campins es la jefa del Servicio de Medicina Preventiva y Epidemiología y el Dr. Almirante es el jefe del Servicio de Enfermedades Infecciosas. Ambos han trabajado en estrecha colaboración con los centros de atención primaria, implementó una intervención para controlar la transmisión del SARS-CoV-2 en las residencias de ancianos entre el 10 y el 24 de abril de 2020.
Los resultados, publicados ahora en la revista Emerging Infectious Diseases, indican que cerca de un 24% de los ancianos residentes en los centros y un 15% de los trabajadores eran positivos para SARS-CoV-2. Más de la mitad de ellos eran asintomáticos, en concreto el 69,7% de los residentes y el 55,8% de los trabajadores.
Este estudio incluyó alrededor de 6.000 personas, entre residentes y trabajadores, de un total de 69 residencias de ancianos, tanto públicas como privadas del área de influencia de Vall d’Hebron. “Se trata del primer estudio sobre el impacto de la COVID19 en las residencias que se publica realizado sobre una muestra tan grande de personas”, han explicado.
“Además, la actuación homogénea en todas las residencias aporta una gran validez a los resultados obtenidos”, destaca el Dr. Xavier Martínez, médico del Servicio de Medicina Preventiva y Epidemiología del Vall d’Hebron, investigador del grupo de investigación en Epidemiología y Salud Pública del Vall d’Hebron Institut de Recerca (VHIR) y coautor de la publicación.
Los investigadores analizaron la presencia de síntomas relacionados con la COVID19 y los resultados en tests PCR de 3.214 residentes y 2.655 trabajadores de las residencias. Un 23,9% de los residentes y un 15,2% de los trabajadores eran positivos para la infección. Estos datos demuestran una transmisión muy elevada del virus en estos centros.
Se estima que esta elevada trasmisión está especialmente favorecida por características propias de las residencias, como las habitaciones y los baños compartidos, otros espacios comunes, y la convivencia de personas dependientes que requieren mucha atención y que, en conjunto, crea un tipo de espacio cerrado, compartido y muy infeccioso.
Por otro lado, se analizó la presencia de síntomas relacionados con la COVID19 en los 14 días previos a la realización de la prueba diagnóstica. El 69,7% de los residentes y el 55,8% de los trabajadores infectados eran asintomáticos, es decir, no habían presentado ni fiebre ni problemas respiratorios en los días previos.
Estos resultados sugieren que el elevado porcentaje de casos asintomáticos juega un papel relevante en la diseminación del virus en este tipo de centros y que es fundamental detectarlos para cortar la cadena de transmisión. Se considera que el cribado basado en síntomas en este colectivo de alta fragilidad sería insuficiente para detectar todos los casos incidentes.
“Cuando hay una sospecha o un caso de COVID19 en residencias, las acciones de control deben hacerse de la forma más rápida posible, incluyendo la realización de tests tanto a asintomáticos como a sintomáticos”explica la Dra. Blanca Borrás, del Servicio de Medicina Preventiva y Epidemiología, investigadora del grupo de investigación en Epidemiología y Salud Pública.
En menos de 72 horas desde Vall d’Hebron se realizaron recomendaciones de control y prevención de la infección adaptadas a las características de cada centro, con la participación de Medicina Preventiva y Epidemiología, Microbiología y Enfermedades Infecciosas, la Dirección del Hospital y los servicios de atención primaria SAP Muntanya y CAP Sant Andreu.
Vall d’Hebron organizó un equipo de entre 8 y 12 enfermeras, coordinada por Maria Gutiérrez – San Miguel, de la Dirección de Procesos y Calidad de Vall d’Hebron, que se desplazaron a las residencias para tomar, conjuntamente con el dispositivo de enfermería de Primaria, 500 muestras diarias de media tanto de residentes como de profesionales de los centros.
En menos de 24 horas, se disponía de los resultados de PCR, lo que representó una carga de trabajo muy importante para el Servicio de Microbiología, que fue clave para poder implementar de forma precoz las medidas de aislamiento y control necesarias en cada caso. El trabajo conjunto con Atención Primaria fue esencial.
Así fue posible llevar a cabo las acciones en cada una de las 69 residencias, para hacer el seguimiento de los pacientes que no requerían ingreso hospitalario y para hacer la sectorización en las residencias y evitar nuevos contagios. Algunas de las medidas más importantes fue aislar a los residentes infectados, formar a los trabajadores sobre las medidas de prevención y designar áreas específicas para los residentes según los resultados.
Los investigadores recomiendan la implementación de una estrategia centralizada de prevención y control de la COVID19 que incluya el cribado de residentes y profesionales, independientemente de la presencia de síntomas, para prevenir y controlar brotes de COVID19 en este grupo de personas tan vulnerables.