El propósito fundamental de los/as rastreadores es reducir al máximo posible el tiempo que transcurre entre el inicio de los síntomas y el aislamiento del caso para disminuir la probabilidad de una transmisión sostenida del virus.
El rastreo de contactos es el proceso de identificación, evaluación y gestión de las personas que han estado expuestas a la enfermedad de la covid-19 para prevenir su posterior transmisión. Las actividades de una persona que hace de rastreador son:
1. Identificar los contactos mediante entrevista con el caso inicial y otras vías
2. Elaborar una lista definitiva de contactos con la información necesaria para su localización
3. Clasificar los contactos (alto riego/ bajo riesgo)
4. Recoger la información clínico epidemiológica a lo largo del seguimiento
5. Gestionar el test PCR en el caso de que presente síntomas compatibles con COVID-19
6. Indicar las medidas que deben cumplir en función del nivel de riesgo de exposición.
Por tanto, su trabajo va mucho más allá de una simple llamada de teléfono. El trabajo de rastreo, bajo la dirección de los/as epidemiólogos/as tiene su inicio con la identificación minuciosa que se lleva a cabo para seguir el rastro a los casos confirmados, contactos estrechos y contactos y así llevar a cabo la declaración de los nuevos brotes. El equipo de rastreo llaman a casa de las personas, comunica resultados, da pautas para el aislamiento en el caso de dar positivo, establece medidas de control y seguimientos para las pruebas, para que la cuarentena pueda llevarse a cabo de la mejor forma posible. Son en definitiva, la voz que las persona reciben en casa y detrás de esa llamada hay un trabajo incesante que no se ve. Este equipo es un eslabón más para que todo pueda seguir su curso.
La finalidad de identificar y gestionar los contactos de los casos probables o confirmados de COVID-19 es identificar los casos secundarios que pueden surgir después de la transmisión de los casos primarios conocidos para intervenir e interrumpir más adelante la transmisión, asegurando que el número de nuevos casos generados por cada caso confirmado se mantenga por debajo de 1 (número de reproducción efectiva < 1). El hecho de que los individuos pueden transmitir el COVID-19 mientras son pre-sintomáticos o asintomáticos, también destaca la importancia de poner en cuarentena los contactos para reducir aún más el potencial de transmisión secundaria. A cada persona confirmada como contacto se le debe proporcionar información. Mucho trabajo para tan poco rastreador. Así es normal que suban los brotes, los contagios y los contactos. Mejoremos en número de rastreadores y en proceso a seguir y probablemente lo conseguiremos.