JUAN RIERA ROCA
La Dirección General de Salud Pública y Participación ha iniciado una campaña de inspección a empresas que comercializan y/u ofrecen servicios de desinfección mediante equipos generadores de ozono para comprobar que se cumple con la normativa vigente, tanto respecto al tipo de productos biocidas utilizados como a su ámbito de aplicación y tipo de usuario.
El ozono está clasificado, entre otros peligros, como tóxico por inhalación y puede producir daños pulmonares. Se requieren conocimientos para que sea aplicado con seguridad. En ningún caso puede pulverizarse en presencia de personas y/o animales. Recientemente se ha publicado una nota informativa sobre el uso de productos no autorizados para desinfección del SARS-CoV-2
Al producirse sustancias químicas peligrosas, la documentación del equipo debe informar sobre los peligros asociados, en cumplimiento del Reglamento 1272/2008, de 16 de diciembre. Los conocimientos técnicos especializados también son requeridos para asegurar la efectividad del tratamiento, destacan las autoridades sanitarias.
Para la eliminación de los virus se necesita una concentración y un tiempo de aplicación específicos. El ozono está actualmente en fase de evaluación por la autoridad competente, por lo que todavía no ha podido comprobarse que sea eficaz contra el SARS-CoV-2, ni qué dosis y tiempos son precisos para su eliminación.