No hay comentarios

La tesis doctoral de Alicia Julibert, desarrollada en la UIB, ha demostrado la relación entre la ingesta de grasa y el síndrome metabólico

JUAN RIERA ROCA
La tesis doctoral de Alicia Julibert ha demostrado la relación entre la ingesta de grasa y el síndrome metabólico, así como la importancia de consumir frutos secos (almendras, avellanas, nueces …) para reducir el riesgo. El síndrome metabólico es una condición clínica caracterizada por padecer obesidad abdominal, hiperglucemia, dislipemia aterogénica (incremento plasmático de triglicéridos y disminución del colesterol HDL) e hipertensión.

Las intervenciones dietéticas y de estilo de vida pueden ser más efectivas que el tratamiento farmacológico para prevenir el desarrollo del síndrome metabólico. En su tesis doctoral, defendida en la Universitat de les Illes Balears, Alicia Julibert García ha estudiado la ingesta de grasa en una población con y sin síndrome metabólico, y también ha evaluado la ingesta dietética nutricional de la población con esta patología.

La tesis se ha hecho en el marco de la actividad investigadora del Grupo de Investigación en Nutrición Comunitaria y Estrés Oxidativo (NUCOX) de la UIB, que también forma parte del IdISBa (Institut d’Investigació Sanitària Illes Balears), y del CIBEROBN (Centro de Investigación Biomédica en Red de la Fisiopatología de la Obesidad y Nutrición), y ha sido financiada por el Instituto de Salud Carlos III y el Fondo Europeo de Desarrollo Regional.

Después de una intervención dietética y de actividad física en más de 6.800 personas de más de 55 años y durante un año, la investigación ha demostrado que la ingesta de grasa y el riesgo de padecer síndrome metabólica están asociados. Julibert concluye que sustituir la ingesta de ácidos grasos saturados por ácidos grasos monoinsaturados y / o poliinsaturados asocia a una disminución de sufrir síndrome metabólico.

Ello, en el contexto de una dieta rica en vegetales, pescado, frutos secos y cereales integrales. Tener un índice de masa corporal más elevado y ser sedentario incrementan el riesgo de síndrome metabólico. Quienes lo padecen presentan ingesta baja de carbohidratos y fibra y, al mismo tiempo, una ingesta elevada de grasa total, más ácidos grasos monoinsaturados (AGM) y menos ácidos grasos poliinsaturados (AGP) omega-3 y omega- 6.

Es decir, que la dieta de las personas con síndrome metabólico se aleja de las recomendaciones para disfrutar de una alimentación saludable. La investigación pone de manifiesto que consumir frutos secos (almendras, avellanas, nueces, pistachos …) disminuye el riesgo de padecer síndrome metabólico, que hecho, los componentes de esta enfermedad mejoran gracias al consumo de estos alimentos.

Esos alimentos –señala la investigadora –ayudan a disminuir la circunferencia de la cintura, los triglicéridos plasmáticos, la presión arterial sistólica, el peso y el índice de masa corporal y aumentan los niveles de colesterol HDL. Esta tesis y el futuro trabajo de intervención del estudio PREDIMED-Plus contribuirán a mejorar el perfil de ácidos grasos de una dieta saludable para revertir las comorbilidades del síndrome metabólico en sujetos de edad.

Publicaciones recientes

Publicaciones recientes

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Rellena este campo
Rellena este campo
Por favor, introduce una dirección de correo electrónico válida.

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.