JUAN RIERA ROCA
La acción comunitaria, la información pública y la responsabilidad de toda la ciudadanía de Balears han permitido reducir la incidencia de COVID19 en 53 de las 58 zonas básicas de salud del archipiélago según el último informe sobre la evolución del SARS-CoV-2 en la comunidad, elaborado por el servicio balear de Epidemiología, contrastando los casos diagnosticados entre el 20 de agosto y 4 de septiembre, y entre el 5 y el 18 de septiembre.
El informe pone de manifiesto el caso del área de Son Gotleu, que ha pasado de 6,15 casos diagnosticados por cada mil habitantes a tener 2,38. También en el caso de Pere Garau se ha pasado de 6,02 a 2,19; en Son Ferriol ha bajado de 5,79 a 2,33; en Formentera de 5,61 por cada 1.000 habitantes se ha reducido a 1,93; Sant Josep ha bajado de 5,59 a 1,48; Arquitecto Bennazar ha pasado de 5,6 a 2,99; Escola Graduada de 5,15 a 1,01, y Emili Darder de 5,09 a 1,36.
El informe revela también que hay 5 zonas básicas de salud donde se han registrado aumentos en las tasas por cada mil habitantes: la de Verge del Toro, Serra Nord, Santanyí, Marines de Muro y Es Viver. En todas ellas, no obstante, se trata de incrementos que no llegan a los 3 diagnósticos por cada mil residentes, salvo la zona básica de salud Es Viver, que ha pasado de 3,97 a 4,67 casos por 1.000 personas.
Por grupos de edad, los casos más numerosos han sido entre personas de entre 30-39 años (2.446), de 40-49 (2.355) y de 20-29 (2.257). Del total de casos detectados en Balears un 50,9 % tenía entre 20-49 años, un 21,8 % tenían entre 50 y 69 años, un 17,3 % eran menores de 19 años y un 10 % mayores de 70 años. Un 63% de los 13.049 casos verificados presentó síntomas, mientras que un 37% fue asintomático. Un 4 % era trabajador sanitario y un 1,5 sociosanitario.
En cuanto a los brotes —agrupaciones de 3 o más casos de COVID-19—, el Servicio de Epidemiología destaca que se han detectado hasta 199 desde el inicio de la pandemia en Balears. En total, se han diagnosticado 1.067 casos positivos asociados, y de estos la mitad (535) presentó síntomas.
Un 43 % de los brotes (86) fueron de ámbito familiar, un 21% fue originado debido a reuniones sociales y un 17% eran de ámbito laboral. En el 96% de los brotes el caso primario era autóctono. Estos datos permiten establecer la importancia de reducir y en la medida de lo posible evitar los encuentros entre grupos de personas, circunstancia ésta que se ha confirmado como el principal vector de transmisión de la enfermedad.