La pandemia de COVID19 está desatada en Baleares. En las últimas 24 horas se han registrado 442 nuevos contagios, 103 más que ayer, y otras siete personas muertas (4 en geriátricos), en vísperas de la Navidad. La tercera ola ha llegado antes de que acabara la segunda.
Los casos activos son ya más de 5.000 (5.013), nuevo récord de la pandemia. 4.750 están, de momento, en sus casas, vigilados por Atención Primaria, pero 263 están hospitalizados en planta (18 más que ayer) y 55 en UCI (uno más que ayer). Las altas fueron ayer 202.
Los ingresos hospitalarios por COVID, que hace pocos días estaban en menos de 200, se han incrementado en más de un 41% en una semana y es previsible, desgraciadamente, que un número significativo de infectados que están en sus casas, empeore.
El índice de positividad es de 7,44%, lejos del 5% que la OMS recomienda no superar y del 3% al que hay que tender para dar la pandemia por controlada. La incidencia en los geriártricos y entre profesionales sanitarios es similar a la de ayer (ver gráficos).
Las cifras que hoy se registran hablan por si mismas: el total de infectados conocidos desde el inicio de la pandemia en Baleares es ya de 28.591, de personas muertas víctimas de la lista general es ya de 435 (tres más que ayer) y de los geriátricos 202 (4 más que ayer).
¿Qué ha pasado para que Baleares pase a ser una de las CCAA con menos incidencia a superar la media de España y seguir creciendo? Mascarillas mal puestas, distancias no respetadas, manos sucias y aglomeraciones en el Puente de la Constitución y el Black Friday.
La cercanía de las fiestas navideñas, que multiplican exponencialmente esos riesgos, hace temer a las autoridades sanitarias que la tercera ola, unida a la gripe que en Baleares golpea en enero, pueda generar una crisis de salud importante.
Las autoridades autonómicas ya han puesto Mallorca en Nivel 4, aumentando también las restricciones en Menorca. El Ministerio de Sanidad estudia la posibilidad de prohibir en toda España los viajes en Navidad, incluso para visitar a familiares, para frenar contagios.
El Ayuntamiento de Palma ha anunciado que la Cabalgata de Reyes será solo televisada, sin público. Se estudia incluso cortar calles, mediante vigilancia policial, para evitar las aglomeraciones en las fechas de alto impacto comercial, lo cual será saludable pero empeorará la crisis económica.