La tesis doctoral de José Ángel Ayensa Vázquez investiga el riesgo de desarrollar diabetes mellitus (tipo 2) en relación con modelos de predicción diferentes y su relación con múltiples variables, tanto sociodemográficos, laborales como de estilo de vida.
Esta tesis, presentada en la Universitat de les Illes Balears (UIB) ha sido desarrollada en el Programa de Doctorado en Investigación Traslacional en Salud Pública y Enfermedades de Alta Prevalencia, dirigida por los dres, Miquel Bennàsar Veny y Ángel López González
Con el título “Determinación del riesgo de diabetes tipo 2 con diferentes modelos y su relación con variables sociodemográficas, laborales y hábitos saludables” la investigación parte de la base de que la diabetes es un problema de salud pública global.
La prevalencia de la diabetes ha aumentado constantemente las últimas décadas, y se ha convertido en una de las causas principales de morbilidad y mortalidad en adultos. Actualmente, la prevalencia mundial de diabetes es de un 9,3%, afecta 463 millones de personas.
Se estima que en 2045 tendrá una prevalencia de un 10,9%. La diabetes mellitus (o de tipo 2, DM2) es la más común (90%) y se puede retrasar o prevenir con intervenciones sobre el estilo de vida, pero es importante hacer una detección temprana de personas con DM2.
La tesis doctoral de Ayensa Vázquez, defendida recientemente en la UIB, analiza el grado de incidencia a partir de las escalas de riesgo de desarrollo de DM2, y la asociación entre variables sociodemográficas, laborales y los estilos de vida con el riesgo de desarrollar DM2.
Para ello ha revisado 26 modelos predictivos, entre los que destaca una gran heterogeneidad de predictores de riesgo y en el acuerdo entre los puntos de riesgo, ya que existen diferencias en la incidencia, prevalencia y peso de los factores de riesgo de la diabetes.
Estas diferencias serían las que parece que explicarían las diferencias de concordancia entre las puntuaciones. En el estudio observacional, los hombres presentan peores cifras en todos los parámetros y, en los modelos de estimación, se registran peores cifras en mujeres.
En éstas la incidencia aumenta a medida que son mayores, disminuye su nivel de estudios, pertenecen a una clase social más desfavorecida y ejecutan trabajos de tipología manual. Resultan determinantes sexo, edad, clase social, tipo de trabajo, nivel educativo y estilo de vida.
En relación con el sexo, los hombres tienen más riesgo de que desarrollen diabetes del tipo 2 y, a partir de los 50 años en adelante, aunque marcan más la diferencia. Además, el investigador apunta que los servicios de salud laboral tienen un papel sustancial.
Este papel sería determinante en la detección precoz del trabajador de riesgo, ya que tienen en cuenta métodos estimativos de riesgo, factores específicos, el tipo de trabajo desempeñado, factores laborales y socioeconómicos, según ha desarrollado el investigador.
Además, estos servicios evalúan hábitos de vida, ofrecen consejo dietético y modificaciones de conducta sobre el tabaquismo. Los servicios de salud laboral contribuyen a una importante disminución de las tasas de morbimortalidad y detección precoz de la DM2.