Dos objetivos nos marca el fin de año con la preocupación por una tercera ola (o cuarta según donde vivamos):
1. Salvar vidas, ante la gente que plantea que lo importante es salvar la navidad. Muchas muertes se producen diariamente para pensar que lo importante es, de nuevo como en junio, salvar la economía.
2. Vacunarnos a partir de día 27 cómo ha marcado el gobierno tras la aprobación de la primera vacuna por parte de la agencia europea del medicamento para conseguir una inmunidad de grupo de alrededor del 70%.
La vacunación, apuntan, es la salida del túnel. En las últimas semanas todos hemos visto las buenas noticias sobre varias vacunas dirigidas al SARSCoV-2, que han demostrado una gran eficacia al prevenir el desarrollo de la enfermedad.
El hecho que sean varias las vacunas que han demostrado este beneficio claro, y que el número de personas que han participado en estos ensayos clínicos sea muy grande, todavía nos da una mayor información sobre su seguridad y la confianza que podemos tener en ellas. El programa de vacunaciones será fundamental, y desde aquí animo a la población a vacunarse tal como indiquen las autoridades sanitarias para conseguir cuanto antes mejor la inmunidad comunitaria. Pensando en el bien común, hasta entonces tendremos que seguir cumpliendo estas medidas (de prevención).
La reciente aprobación de la vacuna de Pfizer ha representado un triple hito histórico y científico:
1. Es la primera vacuna aprobada frente a la COVID19.
2. Es la primera vacuna aprobada con tecnología ARNm.
3. Es la vacuna más rápida en aprobarse (apenas 11 meses).
Y es que el virus no entiende de Navidades: por tanto, salvemos vidas. Me gustaría oír más la frase salvar vidas que salvar la Navidad. Y es que si en Navidad suben los contagios, podría llegar una tercera ola junto a una epidemia de gripe en enero. El virus no entiende de vacaciones o de Navidades. Solo necesita la relación social entre personas, los descuidos y los espacios cerrados mal ventilados, para hacer lo que mejor sabe hacer: infectar. El Covid es como si este año se hubiese estrellado un avión lleno cada día. Quedémonos en casa estas fiestas y seamos prudentes. Disfrutemos de la vida, que dura lo que dura, y seamos felices. Y estas Navidades, dediquemos un recuerdo a los que faltan. Yo no quiero más olas de Covid- 19 y para eso actuaré como si la Navidad fuese un día cualquiera del año. Prefiero eso a poder ser transmisor de problemas cogiendo el virus por imprudencia. Ya vendrán otras navidades, no quiero que sea la última.
Es evidente que éstas no van a ser las Navidades soñadas por nadie. El Covid ha marcado a fuego a muchas familias (muertos, enfermos con secuelas) y todos vamos a tener que guardar distancias que nos duele mucho guardar.
Salvemos vidas primero. Y luego nos vacúnenos. Haciéndolo conseguiremos parar este virus. Feliz 2021.