La aparente buena situación dibujada por el gráfico de los indicadores epidemiológicos de ayer ha vuelto a estallar en pedazos en 24 horas. Los ‘solo’ 193 contagios de ayer (la primera vez en mucho tiempo que no se alcanzaba los 200) han pasado a 584 (391 más).
Nuevamente, la isla de Ibiza es el epicentro de los contagios, con 322 en 24 horas, frente a los 194 de Mallorca o a los 41 de Menorca. Pero más allá de estos llamativos saltos de la famosa curva, el drama sigue en los hospitales y en las familias.
De los 50.075 casos conocidos, tienen hoy la infección activa 10.990, 595 hospitalizados y 10.395, por ahora, en su casa. En las plantas de hospitalización hay hoy 460 ingresados, 16 menos que ayer; y en las UCIs, 135 pacientes, 8 más que en las últimas 24 horas.
Con todo, parece que lo peor ya ha pasado, y hay hospitales que están reduciendo reservas de camas para eventuales pacientes de COVID19. Ha pasado o pasará pronto. Donde tardará mucho más en pasar es en las familias en las que el COVID19 se ha llevado vidas.
La lista general de fallecidos sigue engrosándose día a día. En las últimas 24 horas se han sumado 6 personas muertas más y ya son 563. La tasa de positividad ha pasado en 24 horas del optimista 4,45% (más cerca del anhelado 3%) al 9,94 de hoy, más del doble.
Armengol: “Firmeza en la contención del virus”
Hoy la presidenta Francina Armengol ha instado a “mantener la firmeza en la contención del virus”. Y ello con la muy optimista previsión de lograrlo para “poder normalizar y reactivar la economía a finales de la primavera”.
La presidenta del Govern ha comparecido en el Parlament para dar cuenta de la situación sanitaria que vive la comunidad y ha asegurado que para el Govern balear “la primera obligación es salvar vidas”.
También ha dicho que Baleares “está preparada para hacer frente a la vacunación masiva y administrar hasta 80.000 dosis semanales”. Y que “se han movilizado más de 7.700 millones de euros para combatir los efectos económicos y sociales del COVID19.”
Armengol ha reclamado al Estado “poder avanzar el toque de queda o aplicar confinamientos domiciliarios en caso de que sea necesario”. Confinamientos domiciliarios que serían “en algún momento y territorio concreto”, según ha matizado.
Armengol ha recordado que todas las islas se encuentran en una situación de “riesgo extremo” y ha pedido “generosidad y la ética”. “La vacuna se ha convertido en la gran esperanza de todos”, ha seguido su intervención, recordando las 20.267 hasta el día de hoy.
Armengol ha dicho que la capacidad de producción de las vacunas hoy es “claramente insuficiente” y que “el suministro actual nos hace poner medio millar de vacunas al día, cuando la capacidad de nuestra red y profesionales nos permitiría administrar hasta 11.500”.
Cuando el volumen de vacunas que se reciban sea masivo, se podrán administrar 80.000 dosis semanales, ha asegurado la presidenta. Esto se hará a través de siete grandes puntos de distribución, cuatro en Mallorca y uno en cada una de las otras islas.
“Estamos capacitados para inmunizar a toda la población en tres meses, si tenemos las dosis suficientes”, ha subrayado. De momento, se espera completar la inmunización de la población de residencias la semana que viene, según lo datos de que se dispone.
“La vacuna es clave para salvar vidas, pero también para reactivar nuestra economía”, ha destacado la presidenta Armengol. Y ello “expuesta como está a la dependencia de los clientes que llegan del resto de Europa y a la movilidad que permita llegar a Balears”.
Por este motivo, ha defendido que, cuando la campaña de vacunación llegue a la población general, Balears sea compensada en el reparto de dosis por la especial incidencia de la movilidad en la economía insular.