El cáncer de colon es una enfermedad oncológica que afecta a la parte final del tubo digestivo y que suele iniciarse en el intestino grueso. La población de riesgo de esta afección, que es una de las principales causas de muerte prematura en nuestro entorno, se inicia a partir de los 45—50 años, aunque los más jóvenes no pueden descuidar los hábitos de vida ni los signos de alarma.
Es frecuente que este tipo de cáncer inicie su progresión a partir de pequeños pólipos o tumores que inicialmente son benignos que se forman en el colon y que, con el tiempo y en algunas ocasiones, pueden derivar en un pronóstico oncológico. Por todo ello es vital un tratamiento precoz, solo posible con un diagnóstico temprano de este tipo de enfermedad.
La detección precoz de esta enfermedad se llevará a cabo con una serie de pruebas que, sobre todo a partir de las edades de riesgo, se consideran muy aconsejables aún en pacientes asintomáticos. El sistema sanitario balear puso en marcha hace años un novedoso modelo de cribaje, consistente en realizar análisis de sangre oculta en heces a la población de riesgo.
En el caso de que se detecte esa presencia de sangre, que puede ser indicador de un problema oncológico o de otro tipo, se somete al ciudadano a una colonoscopia, prueba actualmente indolora, ya que se realiza con procedimientos muy avanzados y con sedación, que permitirá médico especialista un examen de los intestinos y la detección precoz de un posible cáncer.
Este programa se inició hace unos años para la comarca de Inca (y aún se halla en fase de implantación en el resto del territorio balear) siendo uno de los protagonistas de su desarrollo el doctor José Reyes Moreno, jefe del Servicio de Aparato Digestivo del Hospital Comarcal de Inca y vicepresidente de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) en las Islas Baleares.
—Dr Reyes, ¿cuál es la incidencia actual del cáncer de colon y hasta qué punto se puede decir que se trata de una enfermedad frecuente?
—El cáncer de colon es en Baleares, en España y en conjunto de países occidentales uno de los tipos de cáncer más frecuentes, el segundo en los hombres, tras el de próstata y el segundo más frecuente en las mujeres en las mujeres después del de mama. Es, también, el segundo en mortalidad, tanto en hombres como en mujeres. En números absolutos es el cáncer con más diagnósticos al año y también en número de muertes al año. En Baleares se diagnostican 800 casos al año y fallecen por esa causa entre 320 y 350 personas. En el conjunto de España se diagnostican 35.000 casos anuales.
Una de las dificultades de atajar este cáncer, como explica el especialista, es que los síntomas son muy inespecíficos. Es el caso de «pérdidas de sangre, dolor abdominal, síntomas que se pueden confundir con problemas más comunes, como son las hemorroides». Por lo que «hemos de trabajar para que la sociedad se conciencie de la importancia del cáncer de colon».
«Una reciente encuesta de la Sociedad Española de Gastroenterología –señala el especialista –reveló que el cáncer de colon es el séptimo en preocupación por parte de la sociedad española, después del cáncer de mama, del cáncer de pulmón, de próstata, de hígado… y el colon quedaba el séptimo u octavo, lo cual no tiene sentido, porque es el más frecuente entre la población.»
—¿Qué estrategias existen para prevenir y atajar el cáncer de colon?
—Para empezar, lo que denominamos prevención primaria. Las medidas que van dirigidas a evitar que una persona desarrolle pólipos o cáncer de colon. Estas medidas son de salud general. Hacer ejercicio. Evitar el sobrepeso y la obesidad. Evitar el tabaco y el alcohol. Evitar la ingesta de carnes rojas y de alimentos ricos en grasas. Es decir, llevar unos hábitos de vida saludables. Estas medidas, que son básicas y además reducen el riesgo de otras enfermedades, reducen de una manera muy significativa el riesgo de padecer cáncer de colon.
A estas medidas le siguen las de prevención secundaria, en palabras del Dr Reyes, «las que van dirigidas a diagnosticar el cáncer de manera precoz o a diagnosticar las lesiones pretumorales, como son los pólipos de colon». También hay que tener en cuenta que «las personas con antecedentes familiares tienen un mayor riesgo de sufrir este cáncer.
»A este grupo –continúa explicando el especialista –tradicionalmente se le ha venido aplicando toda una serie de medidas de prevención, aunque en los últimos años se han visto cambios en las estrategias para con este grupo poblacional: en quienes solo tienen un antecedente familiar de primer grado, basta en muchos casos la prueba de sangre oculta en heces».
Ante una persona con más de un antecedente de cáncer de colon en un familiar de primer grado, sí que se mantiene la indicación de realizar colonoscopias preventivas. Estas afirmaciones se hacen desde el conocimiento y desde el éxito de la puesta en marcha desde el Hospital de Inca del Programa de Detección Precoz del Cáncer de Colon.
«El programa –explica el Dr Reyes –está funcionando a nivel de las áreas del Hospital de Inca, del Hospital de Eivissa (Can Misses) y Formentera y del Hospital Mateu Orfila, en Menorca, desde enero de 2015 con resultados muy positivos, detectando una media de 20 a 25 casos de cáncer en cada ronda (2 años) y 150 adenomas que se hubiesen convertido en cáncer».
La importancia de estas detecciones se expresa en el hecho de que el 80% de los cánceres detectados estaban el estadío 1 y 2, «es decir, cánceres que se curan mediante tratamiento endoscópico o quirúrgico, sin necesidad de recibir posteriormente radioterapia o quimioterapia, al revés de los cánceres que se diagnostican a través de síntomas».
«La detección precoz del cáncer de colon logra, por una parte, evitar la aparición de cánceres y, por otra, detecta cánceres en estadíos mucho más iniciales, mucho más fáciles de tratar y por lo tanto con mucha menos repercusión para el sistema sanitario y para la persona», explica el Dr José Reyes, jefe de Digestivo del Hospital de Inca y vicepresidente de la AECC de Baleares.
La AECC jugó un papel protagonista el desarrollo del programa piloto de este plan, entre 2013 y 2014. Desde entonces a AECC ha colaborado en todo lo que ha sido necesario para dar a conocer el programa. Al inicio de la segunda ronda se detectó una bajada de la respuesta. Fue gracias a la campaña de llamadas de los voluntarios que se logró una recuperación.
—Dr Reyes, ¿cuál es la realidad en este momento del programa y cuáles son sus expectativas?
—Hasta que llegó la pandemia de COVID19 el programa de cribaje de cáncer de colon, en febrero de 2011, funcionaba en Menorca, en el Área de Salud de Ibiza y Formentera y en la Comarca de Inca. La pandemia nos paró durante unos meses y ahora lo hemos retomado desde noviembre en el Hospital de Inca y acabamos de recuperarlo para el área del Hospital de Can Misses (Ibiza).
»La idea —añade— es que los resultados que se han obtenido son ya sólidos y contrastados tras varios años de funcionamiento del programa, perfectamente superponibles a los que se han dado en otros lugares y en otras CCAA, por lo que probablemente haya llegado el momento de plantearse hacer una extensión del programa al resto de Baleares.»
El programa está dirigido a toda la población (de las áreas donde está implantado) que tenga tarjeta sanitaria. Se envía una carta de invitación a quienes se considera que deberían realizarse las pruebas, por condicionantes derivados de la edad. Esta carta tiene un código de barras, con el que se puede acudir a las farmacias que colaboran con la detección.
En estas farmacias se recogen los kits de detección de sangre oculta en heces, claves de este programa. Con estos kits la persona puede hacerse una recogida de forma muy cómoda de sus propias muestras. La entrega de los kits se hace en los centros de salud. En el caso de que el análisis muestre presencia de sangre se ofrece la posibilidad de realizarse una colonoscopia.
Ante un resultado positivo el paciente es sometido a una colonoscopia. Una colonoscopia –según recuerdan especialistas de la famosa Clínica Mayo de EEUU –es un examen que se utiliza para detectar cambios o anomalías en el intestino grueso (colon) y el recto. Durante una colonoscopia, se inserta un tubo largo y flexible (colonoscopio) en el recto desde el ano. Una pequeña cámara de video en la punta del tubo permite al médico ver el interior del colon.
Si es necesario, aunque esto ya sucede en otro momento, no en el primer examen, que suele ser exclusivamente diagnóstico, los pólipos u otros tipos de tejido anormal se pueden extirpar a través del colonoscopio durante una colonoscopia. También se pueden tomar muestras de tejido (biopsias) durante este procedimiento.
Durante mucho tiempo el hecho de que al paciente se le tuviera que introducir un tubo con material médico por el ano y con él navegar por el intestino, supuso cierta molestia que generó una leyenda negra al respecto de este procedimiento. Hoy, sin embargo, se realiza con sedación, el paciente no siente prácticamente nada y no se dan dolores o molestias.
El cáncer de colon es una enfermedad oncológica en la que se forman células malignas en los tejidos del colon. En el caso de una detección precoz se puede evitar la diseminación de esas células por el resto del cuerpo y con ello que la enfermedad sea irreversible. Los antecedentes médicos afectan el riesgo de presentar cáncer de colon.
Los programas de cribado se ha han revelado muy efectivos en la prevención de esta enfermedad en fases en las que el paciente tal vez no perciba los síntomas o signos que deberían ponerle sobre alerta para acudir a la consulta del médico. Los signos principales de la posible existencia de un cáncer de colon son la presencia de sangre en la materia fecal.
Esta presencia está a veces oculta, por lo que hay que realizar un análisis para detectarla— o cambios en los hábitos intestinales. Estos signos pueden serlo de otros problemas no tan graves, por lo que su aparición no debe alarmar al paciente, pero tampoco debe obviar la consulta inmediata al médico si se producen.
Para detectar y diagnosticar el cáncer de colon, se utilizan análisis de heces y pruebas que examinan el colon y el recto mediante colonoscopia. Los factores de riesgo de que aparezca un cáncer colorrectal incluyen tener antecedentes familiares de este mismo cáncer; haber padecido el mismo paciente ya anteriormente une cáncer de colon, de recto o de ovario.
También, tener antecedentes personales de adenomas de riesgo alto (pólipos colorrectales de más de un centímetro o con células sospechosas). Otro factor de riesgo es presentar anomalías heredadas en genes que aumentan el riesgo de poliposis adenomatosa familiar (PAF) o síndrome de Lynch (cáncer de colon sin poliposis hereditario).
Hay que considerar también como factor de riesgo tener antecedentes personales de colitis ulcerosa crónica o enfermedad de Crohn durante ocho años o más. Se considera grupo de riesgo el de las personas que consumen tres o más bebidas con alcohol cada día, los fumadores, los obesos y las personas de raza negra.
La edad avanzada es un factor de riesgo importante para la mayoría de los cánceres, dado que la posibilidad de presentar cáncer aumenta a medida que se envejece por una reducción natural de las defensas propias del organismo que podrían contrarrestarlos, así como por acumulacióm de las consecuencias de los hábitos tóxicos de vida, alimentación, tabaco, etcétera..
Síntomas a tener en cuenta – que pueden ser de muchas otras afecciones, pero que hay que tener en cuenta— son los cambio de los hábitos intestinales, la aparición de sangre en las heces (de color rojo muy vivo o muy oscuro, la diarrea, estreñimiento o sensación de que el intestino no se vacía completamente, heces más delgadas de lo normal.
También puede dar la voz de alarma, aunque sin perder de vista que se puede tratar de indicadores de otras patologías, la aparición de dolor frecuente ocasionado por gases, distensión abdominal, sensación de llenura o cólicos, pérdida anómala de peso sin razón conocida, cansancio poco habitual, vómitos, etcétera.
Para detectar el cáncer de colon se procede a un examen físico y de antecedentes del paciente. Una de las pruebas principales es la detección de sangre oculta en heces ya que es posible que la sangre en la materia fecal sea un signo de pólipos, cáncer u otras afecciones. Los programas de cribado consisten en solicitar estos análisis a mayores de 50 años sin sospecha.
Detectada la sangre —si la hay— se procede a una colonoscopia. Si ésta detecta un tumor una biopsia determinará si es maligno y las terapias: cirugía, radio y/o quimioterapia. Tal como ha explicado el Dr Reyes más arriba, la detección en estos programas de cribado es normalmente tan precoz que aún en los casos de cáncer ofrece unos niveles de curación muy elevados.
Un equipo liderado por el investigador ICREA (Institució Catalana de Recerca i Estudis Avançats) Eduard Batlle ha descubierto la eficacia de los tratamientos basados en potenciar el sistema inmunitario contra el cáncer de colon si se combinan con un neutralizador de la proteína TGF-beta. La inmunoterapia se ha convertido en poco tiempo en un arma muy eficaz para tratar algunos tumores como el melanoma o el cáncer de pulmón.
Ahora le llega el turno al cáncer de colon. Hasta ahora, —según se informa desde el Instituto de Investigación Biomédica (IRB Barcelona) —la mayoría de los tumores del colon parecían insensibles a estas terapias y se había postulado que este tipo de tumor era invisible para el sistema inmunitario.
El equipo liderado por Batlle ha en la revista Nature que la hormona TGF-beta es la responsable de que el sistema inmunitario sea ciego ante las células tumorales de colon: «Los ensayos clínicos de inmunoterapia con pacientes con el subtipo de cáncer de colon más frecuente no daban buenos resultados y no se comprendía por qué».
Los avances indican que neutralizando la acción del TGF-beta, las células del sistema inmunitario consiguen infiltrar y reconocer el tumor, combatir el cáncer e incluso prevenir la aparición de metástasis en hígado y pulmón, todo ello según un modelo preclínico en ratones que mimetiza la enfermedad en humanos.
Además, combinando el inhibidor de TGF—beta con inmunoterapias ya disponibles, el efecto anti—tumoral se potencia y el sistema inmune elimina de forma eficaz las metástasis ya establecidas, que de otra forma matarían al individuo en pocas semanas, según han informado fuentes relacionadas con los investigadores de estos nuevos procedimientos.
El científico Daniele Tauriello, investigador postdoctoral y primer autor del artículo, aplicó a ratones de laboratorio cuatro de las mutaciones genéticas más comunes presentes en los tumores humanos de colon avanzados: «La creación del modelo animal nos llevó cuatro años pero dimos en el clavo», explica este el investigador.
Tras comprobar la similitud con los tumores humanos agresivos, crearon un biobanco de organoides tumorales —minitumores en tres dimensiones—, para poder re—introducirlos de forma controlada en ratones inmunocompetentes.» Y añade: «Para estudiar el sistema inmunitario el tumor debe ser de ratón, de otro modo su organismo lo rechazaría.»
A través de este modelo que mimetiza las principales características del cáncer de colon metastásico desarrollado en pacientes, pudieron estudiar cómo las células cancerígenas conseguían ocultarse de la acción del sistema inmunitario. Todas estas investigaciones y la evidencia recogida abren una puerta a la esperanza en la lucha contra la enfermedad.
Alrededor del 40—50% de los pacientes con un tumor en el colon recaerán en la enfermedad en forma de metástasis, con tumores que se reproducirán en el hígado o pulmón principalmente. «Cuando hay un diagnóstico de cáncer de colon en los estadios más avanzados, los oncólogos no tienen a su disposición tratamientos eficaces que puedan curar al paciente».
Así lo explica el Dr Eduard Batlle. Este trabajo abre la puerta a que se desarrolle el primer tratamiento basado en inmunoterapia para pacientes con cáncer de colon metastásico, y para pacientes con mal pronóstico, pero aún sin metástasis. Oncólogos y farmacéuticas iniciarán pronto ensayos clínicos que combinen inhibidores de TGF-beta, ya disponibles para uso clínico.
Los estudiosos están convencidos de que muchos pacientes de cáncer colorrectal se beneficiaran de esta estrategia terapéutica. Nature publica en el mismo número otro estudio de la farmacéutica norteamericana Genentech que llega a las mismas conclusiones que el equipo de Batlle investigando la falta de respuesta a la inmunoterapia en cáncer de vejiga.
«Este segundo trabajo demuestra que el descubrimiento va más allá del cáncer de colon. Aparentemente múltiples tipos de tumores utilizan la misma estrategia —la elevación de los niveles de TGF-beta en el entorno— para volverse invisibles al sistema inmunitario. Éstos también podrían beneficiarse de las inmunoterapias basadas en inhibir la acción de esta hormona», opinan los científicos del IRB Barcelona.
El estudio contó con la colaboración del laboratorio de química liderado por Antoni Riera en el IRB Barcelona y catedrático de la Universidad de Barcelona. Este laboratorio ha sintetizado el medicamento que neutraliza la acción de TGF-beta. También han colaborado Toni Berenguer y Camille Stephan-Otto de la plataforma de bioinformática y bioestadística.
El estudio ha contado con la colaboración del Departamento de Oncología y Patología del Hospital del Mar de Barcelona. El trabajo se ha llevado a cabo con ayudas de la Fundación BBVA, Fundaciones Olga Torres, Josef Steiner, Consejo Europeo de Investigación, fondos FEDER y Fundación Botín.
En clave de investigaciones baleares, destacar que el Instituto de Investigación Sanitaria Illes Balears (IdISBa) ha publicado hace unos meses un estudio sobre la incidencia del silenciamiento del Sirtuin 3 sobre el metabolismo mitocondrial en células cancerígenas de colon. En este estudio han participado también el Institut Universitari de Investigacions de Ciències de la Salut (IUNICS) de la Universitat de les Illes Balears (UIB) y el Instituto Salud Carlos III (ISCIII).
Margalida Torrens-Mas, Reyniel Hernández-López y Daniel Gabriel Pons, investigador del IdISBa, han publicado el artículo con las conclusiones de esta investigación. Se trata de «Sirtuin 3 silencing impairs mitochondrial biogenesis and metabolism in colon cancer cells» queha sido aceptado y ha aparecido en la revista American Journal of Physiology Cell Physiology.
El SIRT3 es la principal desacetilasa mitocondrial y se dirige a diversas encimas cruciales contra el estrés oxidativo, según explican fuentes científicas para señalar la importancia del punto de partida. Investigaciones recientes sugirieron que el SIRT3 también participa en la calidad y cantidad del control mitocondrial. El objetivo de este estudio era analizar si el silenciamiento del SIRT3 en las células del cáncer.
Concretamente en las células del cáncer colon y cómo podría afectar a la biogenética mitocondrial y afectar a la función mitocondrial y de ese modo coadyuvar al desarrollo de nuevas dianas terapéuticas.