El Área de Salud de Menorca ha puesto en marcha el Programa de Atención y Prevención del Suicidio (APS) para tratar y hacer un seguimiento específico a quienes hayan intentado quitarse la vida o presenten un riesgo de cometer un acto suicida.
La implementación de esta iniciativa es posible gracias a la incorporación, en enero, de una psiquiatra al equipo de Salud Mental. Esto ha permitido redistribuir la actividad asistencial y que cuatro profesionales se puedan dedicar parcialmente a atender a este perfil de pacientes.
El programa APS de adultos se desarrolla en la Unidad de Salud Mental del Centro de Salud Dalt Sant Joan, en Maó. Hay dos días de consulta semanales, una a cargo de la psiquiatra Francesca Rado y la otra, de la psicóloga Magda Yebra, según han informado fuentes sanitarias.
En el caso de la atención a niños y adolescentes, el espacio de referencia es la Unidad de Salud Mental Infanto-juvenil (UCSMIA) en la Unidad Básica de Salud Es Mercadal, donde la psicóloga Pilar Gomila y la psiquiatra Lorena Francés también dedican un día de consulta semanal cada una.
En los dos casos, se cuenta con el apoyo de las profesionales de enfermería y trabajo social de las respectivas unidades. El objetivo es asegurar una atención sanitaria integral de calidad y coordinada para conseguir una detección precoz y una intervención temprana en situaciones de riesgo de suicidio.
Este objetivo es especialmente patente hacia la infancia, adolescencia, mayores, enfermos crónicos graves, mujeres que sufren violencia de género, así como enfermos mentales con mayor riesgo, según explica el doctor Antonio Liñana, jefe del Servicio de Psiquiatría del Hospital Mateu Orfila.
El suicidio se encuentra entre las 10 primeras causas de muerte a nivel global y en España es la principal causa de muerte no natural. Produce el doble de muertes que los accidentes de tráfico, 13 veces más que los homicidios y sesenta y seis veces más que por violencia de género.
Entre los jóvenes españoles (15-29 años) representa la segunda causa de muerte, después de los tumores. Según los últimos datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística, en 2018, tuvieron lugar en Menorca un total de 9 suicidios, y el 78 % de los casos fueron hombres.
Ello suponbe una media de un suicidio cada 41 días y una ratio hombre/mujer de 3,50:1. Los suicidios han aumentado en Menorca un 29% desde 2017, dos casos más que el año anterior, pero por debajo de los registros máximos que se dieron en 2013 y 2014, con 13 y 14 suicidios, respectivamente.
Las tentativas graves que han requerido ingreso hospitalario son alrededor de unos veinte casos cada año. La atención que reciben los pacientes por medio de este programa de Atención y Prevención del Suicidio es un complemento a los seguimientos psicológico, psiquiátrico y de enfermería.
Esa prestación se hace desde los dispositivos de la red de salud mental de Menorca, un seguimiento intensivo, continuado y especializado, con una mayor frecuencia de consultas ambulatorias durante 3 a 6 meses, intervenciones psicoeducativas y psicofarmacológicas específicas.
Con este programa también se apoyará a los familiares de las víctimas de un suicidio, a la vez que se formará a los profesionales de Atención Primaria en detección y abordaje de pacientes con ideación y riesgo autolítico, para que puedan derivarlos a la Unidad de Salud Mental.
Este programa de Atención y Prevención forma parte de las acciones implementadas por el Observatorio del Suicidio, integrado en la Oficina de Salud Mental del Ibsalut. La responsable y coordinadora del Proyecto Autonómico de Prevención de la Conducta Suicida es Nicole Haber.