La pandemia de COVID19, que tras varias semanas de muy baja incidencia en Baleares, ha arrojado mil nuevos contagios en menos de diez días, ha ofrecido de ayer a hoy una caída de 96 contagios menos respecto a la víspera, aunque aún deja 203 infectados más y una tasa de positividad de casi el 8%, cuando no debe superar el 5% y se aconseja que sea inferior al 3%.
Si esta tendencia a la baja (tras una semana de crecimiento diario y elevado en el número de contagiados) se mantiene en días venideros, se habrán cumplido las mejores expectativas del Govern balear en el sentido de que no se estaba iniciando una nueva ola del COVID19 sino que el problema estaba en una serie de brotes que en poco tiempo tenderían a autorregularse.
El más importante de estos brotes ha sido sin duda el originado por varios viajes de estudios cuyos integrantes realizaron prácticas de riesgo en Mallorca durante la última semana de junio y que ha afectado -en forma de contagios y sospechas- a más de mil jóvenes de 7 CCAA ya todas las personas que puedan haber contagiado en las Islas.
El segundo grupo de brotes que podría haber generado el aumento de casos de estos días se sitúa en comportamientos de riesgo en las fiestas de Sant Joan, en Mallorca y especialmente en Menorca. Esta cuarta ola -o lo que sea en estos momentos- está afectando especialmente a jóvenes de entre 16 y 29 que desde esta semana han comenzado ya a vacunarse.
La presión hospitalaria ha subido (ver gráfico adjunto) pero aún está lejos de la saturación y por el momento no se han registrado más personas muertas, manteniéndose la cifra de víctimas de Baleares en 845. Paralelamente son ya más de 41.000 los jóvenes que han pedido vacunarse, por lo cual se espera parar en poco tiempo esta nueva crisis. Si nada se tuerce.
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