La Fundación Es Garrover, de ayuda a personas con problemas de salud mental, gestionará el Punto Verde del municipio de Selva. La entidad ha ganado el concurso de gestión de esta instalación por dos años haciendo posible la creación de dos puestos de trabajo para personas con trastorno de salud mental. El alcalde de Selva, Joan Rotger, y el gerente de Es Garrover, Peral Quetglas, han firmado el contrato de servicios de gestión y mantenimiento del Punto Verde del municipio que, a partir del próximo miércoles 22 de septiembre, comenzará a gestionar la entidad tras ganar el concurso público.
La Fundación Es Garrover, que cuenta ya con una amplia experiencia en este campo con la gestión de los puntos verdes de Inca, Sineu, Sencelles, Llubí y Búger, suma ahora la gestión del Punto Verde de Selva para los próximos dos años, consolidando así su apuesta por la inserción laboral de personas con trastorno de salud mental y posibilitando la creación de dos nuevos puestos de trabajo. Pere Quetglas ha celebrado esta «nueva oportunidad para la entidad y, sobre todo, para las personas con trastorno de salud mental» que supone este contrato con el Ayuntamiento de Selva y ha insistido en la necesidad de «continuar sensibilizando a la sociedad sobre la importancia de la salud mental, visibilizando, normalizando y luchando contra el estigma ».
Por su parte, el alcalde Joan Rotger ha destacado que este nuevo contrato de los servicios de gestión y mantenimiento del Punto Verde significará «una mejora y una ampliación del servicio» con la que «los vecinos y vecinas del municipio de Selva serán los mayores beneficiados », ya que« ahora tendremos el Punto Verde abierto todos los días del año y durante más tiempo ». La Fundación Es Garrover trabaja desde 2005 para la inserción social, laboral y comunitaria de personas con un trastorno de salud mental en las zonas del Raiguer, Norte y parte del Plan de Mallorca con un equipo formado por una treintena de profesionales que desarrollan programas y servicios en los que han participado más de 200 personas 2020.