El doctor Francisco Javier Rascón, médico internista de Hospital Juaneda Miramar, señala que “la mascarilla probablemente ha venido para quedarse” y anima a “mantener la ventilación y la higiene en las casas” para prevenir enfermedades
“Cuando llega el otoño se producen una serie de cambios, uno de los cuales es que hay menos horas de luz. Eso significa que el cerebro, que es sensible a este proceso, tiene que adaptar los ritmos de sueño y de vigilia a los nuevos ciclos de luz y oscuridad, al igual que tiene que hacerlo el reloj interno del cuerpo”, explica el Dr. Francisco Javier Rascón, de Juaneda Hospitales.
“En otoño —continúa el especialista en Medicina Interna de Hospital Juaneda Miramar— cambian las condiciones meteorológicas, humedad y temperatura, y eso puede favorecer la aparición de patógenos y microorganismos que están más cómodos en este ambiente, como son los ácaros que encuentran unas condiciones más favorables para su desarrollo.”
Con la llegada del otoño hay que tener también en cuenta que las personas cambian sus comportamientos, frecuentando lugares más concurridos y menos ventilados, pasando más tiempo en casa y menos en el exterior “todo lo cual contribuye a que determinada patología, normalmente vinculada a los virus, tenga una mayor predisposición a aparecer”.
“Hay que diferenciar —enfatiza el internista— la gripe, de los catarros comunes, ya que la gripe puede derivar en patología grave, sobre todo en pacientes con factores de riesgo, como es el caso de las personas de edad avanzada y con otras enfermedades de base”. En esta época del año pueden producirse, además, cambios en el estado de ánimo, con la vuelta al trabajo:
“Volvemos al entorno laboral, que tal vez no es el ideal, porque nos supone cierto estrés” y puede darse que al mismo tiempo aparezcan “trastornos afectivos, que se han descrito, dentro del espectro depresivo, asociados a las épocas del otoño o del invierno”. Y es que “cuando llega el otoño aparece patología que no es tan habitual durante el resto del año.”
Para prevenir estas enfermedades otoñales “es muy importante, y más en los últimos años, con el uso y el abuso de pantallas y dispositivos electrónicos, intentar mantener la exposición a la luz natural”, ya que “a los niños, y también adultos, la exposición a luz artificial de ese tipo engaña al cerebro diciéndole que ‘es de día’, alterando así los ritmos circadianos”.
Esa alteración conlleva dificultades asociadas para conciliar el sueño, para la fabricación de melatonina que ayuda a dormir y a descansar, “de modo que, por la mañana, al levantarnos, se percibe que no se ha descansado bien”. El Dr. Rascón destaca la importancia de mantener las rutinas y de mantener los ciclos de exposición a la luz especialmente durante la estación otoñal.
“Con el cambio de horarios, si se pierde tiempo de luz natural por la tarde, se va a estar más expuesto a la luz artificial durante las horas vespertinas y las nocturnas” por los que en estas circunstancias “tenemos que aprovechar a que haya luz externa natural si queremos salir a la calle o a hacer deporte, para que el cerebro aproveche el momento y la etapa de luz.”
En esta época del año “y más aún con la pandemia de COVID19” el internista de Juaneda Hospitales recomienda “el uso de mascarillas”, que cree que “probablemente han venido para quedarse”, constatando el hecho de que “las cifras de gripe están prácticamente desapareciendo, aunque no sabemos lo que pasará este año y no hay que confiarse pues por ejemplo en poblaciones pediátricas la incidencia de otros virus estacionales está aumentando”.
Por todo ello “hay que seguir las recomendaciones habituales respecto a la vacunación, tanto contra la COVID19 como contra la gripe”, además de “mantener las medidas de ventilación e higiene, habituales en los domicilios para intentar prevenir la exposición a alérgenos y ácaros” que podrían derivar en el desarrollo de enfermedades relacionadas con las alergias.
“Las alergias —señala el internista de Juaneda Hospitales— no son sólo primaverales y hay que tener en cuenta el tipo de alergia de cada paciente, que puede ser a los ácaros o a los pólenes de determinadas plantas, sabiendo que durante todo el año se producen distintos tipos de pólenes. Es por ello muy importante que el paciente conozca su propia patología.”
Ante las alergias “las mascarillas también nos pueden ayudar” si se sabe que el principal problema se da en otoño, al igual que “ventilar las estancias y tener especial cuidado con los cojines y las telas que hay en las casas, como las cortinas, haciendo lavados especiales, como medida de prevención” sin olvidarse de “consultar con su especialista de referencia”.