El Parlament balear ha acordado pedir al Govern, por iniciativa socialista, que aumente el presupuesto para políticas de bienestar emocional y salud mental. La iniciativa también insta al ejecutivo autonómico a desarrollar proyectos que impliquen el bienestar emocional a través de los fondos europeos e incorporando las plazas de especialistas de la salud mental necesarias.
La Comisión de Salud del Parlament de las Illes Balears ha aprobado esta nueva iniciativa impulsada por el Grupo Parlamentario Socialista para que el bienestar emocional y la salud mental se aborden desde un modelo integral y que implique a todas las partes que intervienen. La iniciativa pide al Govern que aumente en 2022 el presupuesto para salud mental y que desarrolle proyectos que impliquen el bienestar emocional a través de los fondos europeos.
Para ello se solicita la incorporación de las plazas de especialistas de la salud mental necesarias. La impulsora de la iniciativa ha sido la diputada Beatriz Gamundí, quien explica que para los socialistas el bienestar emocional es una “prioridad de primera magnitud que debe ser atendida de forma urgente”. “La adversidad asociada a las consecuencias socioeconómicas y el miedo al virus han tenido y seguirán teniendo un impacto en el bienestar emocional y la salud mental»
Así lo ha manifestado Gamundí, quien ha advertido que «si las necesidades emocionales no se tienen en cuenta, pueden derivar en una pandemia silenciosa que puede causar daños graves” La socialista ha alertado de que se prevé que un gran número de personas puedan verse afectadas de diferentes maneras y que las necesidades de apoyo serán igual de diferentes, por lo que se hace necesario un abordaje del bienestar emocional desde múltiples puntos de vista.
Desde el estallido de la pandemia, Gamundí ha destacado que desde la Oficina de Salud Mental se han puesto en marcha diferentes medidas para atender a las personas desde el punto de vista del bienestar emocional. Por ejemplo, con un servicio telemático de atención en salud mental, incrementando la atención específica a personas en situación de exclusión y potenciando los equipos de Atención y Prevención del Suicidio.
Asimismo, se ha puesto en marcha un servicio de atención específico para profesionales de primera línea, se han impulsado campañas dirigidas a la población general con consejos sobre cómo gestionar mejor esta situación y se ha reforzado la coordinación entre las administraciones implicadas en la gestión de la salud mental.