Los payasos de hospital de la Sonrisa Medica dan cobertura a los centros públicos de Baleares gracias al 0’7% del IRPF Social. Se calcula que tienen 26.000 beneficiarios directos y 24.000 indirectos. Fue el 4 de noviembre de 1994 cuando un payaso entró por primera vez en el hospital de Son Dureta, en Palma. Era la primera vez que un payaso entraba a un hospital español con el objetivo de hacer más amable la estancia de los niños
Marta Barrio, la gerente de la entidad explica que “Sonrisa médica se convirtió en la asociación de payasos de hospital pionera en España y hoy en día ya llevamos 27 años de recorrido haciendo que la risa y las emociones sean una realidad fácil de digerir dentro de un hospital, tanto para los niños como para sus acompañantes y familiares”.
Este programa es posible, en parte, gracias, al apoyo económico que le brinda el IRPF Social. Una ayuda que hace posible que la asociación Sonrisa Medica esté presente ahora mismo en los seis hospitales públicos de las Illes Balears (Son Espases, Son Llàtzer, Comarcal Inca, Hospital Comarcal Manacor, Can Misses y Mateu Orfila) y disponga de 20 payasos para darles cobertura.
Barrio explica que “la función del payaso de hospital es catalitzar todas las emociones. Podemos encontrar sensaciones como por ejemplo el susto, la angustia o incluso la agresividad, que son respuestas muy normales en los niños. Y los payasos lo que hacen es que vuelvan a su condición de niños, se relajen y puedan hacer frente a la enfermedad y todo lo que conlleva, con un proceso mucho más amable”.
El objetivo es hacer un acompañamiento emocional a pacientes infantiles y a sus familiares. Se calcula que cada año atienden 26.000 beneficiarios directos (niños de 0 a 16 años que están hospitalizados y a sus familiares y acompañantes) y 24.000 beneficiarios indirectos (pacientes adultos con necesidades de recreo y profesionales sanitarios a quienes se los facilita el trabajo).
Cada año los payasos hospitalarios desarrollan 576 actuaciones y la entidad, la Sonrisa Médica, ha obtenido el respaldo de 260 socios. Para Marta Barrio, “cuando un proyecto como el de Sonrisa Medica sigue adelante después de 27 años es que está más que justificada la necesidad social que hay detrás”. Esta iniciativa partió de uno de sus fundadores, que tuvo a una hija ingresada en un hospital de París donde conoció a este tipo de payasos.
