El fin de semana registra una reducción de los contagios, que aún siguen creciendo, con 1.071 en las últimas 24 horas
El dispositivo especial para el control del COVID19 durante la Nochevieja y día 1 de enero, coordinado por la Dirección general de Emergencias e Interior en colaboración con los inspectores del Consell Insular de Mallorca, las policías locales, la Guardia Civil y la Policía Nacional, registró con 34 visitas, 14 inspecciones y 22 actas.
El dispositivo se centró en comprobar el cumplimiento de la normativa de contra el COVID-19 y confirmar que los locales que habían anunciado que no harían fiestas estuvieran cerrados. Del conjunto de actas extendidas, 13 fueron de la Policía Local de Palma y 9 del Govern, 3 conjuntas con la Guardia Civil y la Policía Local de Alcúdia.
Todas las actas se levantaron por infracciones leves, como por ejemplo la mala señalización de la capacidad, la carencia de distancias o las mascarillas mal colocadas. Los incidentes más relevantes fueron el cierre de dos locales y la paralización de una fiesta ilegal por parte de la Policía Local de Palma. Durante la última semana se habían ido cancelando las megafiestas.
Menos contagios, pero las cifras son aún alarmantes
El fin de semana ha registrado una reducción del número de contagios conocidos, con 1.071 en las últimas 24 horas, que aún con ser 249 más que la víspera, una cifra excesivamente elevada de y de alto riesgo comunitario, suponen la mitad de los en torno a 2.000 que se registraron muchos días de la semana pasada, la última de año, en plena sexta ola de la pandemia de COVID19.
No se puede aún lanzar las campanas al vuelo. Las incidencias acumuladas a 14 días, que no deberían superar los 50 casos por 100.000 habitantes, están aún en el entorno de los 1.000. Las más bajas cifras de contagios conocidos de estos días podrían en realidad enmascarar un nuevo repunte, al ser muchas las personas a las que las fiestas habrán frenado al ir a hacerse una PCR.
La situación en los hospitales, aún mucho mejor que en anteriores oleadas (las vacunas están funcionando, y aunque no evitan los contagios reducen los casos más graves) sigue tensa, con 272 enfermos con COVID19 ingresados en planta y 66 en UCIs, rozando el 20% de ocupación de este recurso que, de alcanzarse, elevaría mucho el riesgo de saturación, que ahora es alto.