El Col·legi Oficial d’Infermeria de les Illes Balears (COIBA) ha solicitado hoy mediante un comunicado de prensa que la administración que tome medidas para proteger la salud de los profesionales ante la sexta ola del COVID19. El COIBA considera muy preocupante el alto nivel de profesionales sanitarios infectados que, combinado con la elevada incidencia general y los actuales protocolos, podría agraviar el colapso del sistema sanitario.
La institución colegial que preside María José Sastre teme que el elevado número de enfermeras y otros profesionales sanitarios infectados por COVID-19 podría dejar el sistema sanitario sin suficiente personal para atender a la población. Ante el incremento exponencial de cifras de contagios entre la población, la necesidad de atención sanitaria se ha disparado, destaca el COIBA.
Ya sea en los centros de salud o en los hospitales, los profesionales se encuentran con situaciones muy complejas que requieren importantes sobreesfuerzos para poder atender las necesidades. Si a esto se añaden las bajas de los profesionales por contagio o aislamiento, esta situación se podría volver insostenible, señalan fuentes colegiales del colectivo profesional de enfermería.
En estas circunstancias, el COIBA pide a la administración que tome medidas para proteger la salud de los profesionales, puesto que solo así, éstos podrán atender y proteger la salud de la población. Mayor previsión y mejor planificación, aumentar las medidas de seguridad, revisar las limitaciones sociales y su aplicación son algunas de los pasos posibles.
El COIBA también considera que sería necesaria una revisión de los protocolos actuales. “Si las restricciones sociales son mínimas, tendríamos que ser consecuentes y no sobrecargar el sistema sanitario con protocolos y procedimientos complejos, que hacen ir desbordados a los profesionales, ya agotados después de dos años de pandemia”, ha opinado María José Sastre, presidenta del COIBA.
Eliminar protocolos administrativos no acordes con las medidas que se están aplicando socialmente, “permitiría que los profesionales se centren en los casos más graves y mantengan en lo posible la actividad asistencial propia de Atención Primaria”, ha añadido. Dedicar tantos de recursos a gestionar los casos de pacientes con COVID leve satura el sistema y la capacidad de los profesionales, explica la presidenta colegial.
Esta disfunción genera graves consecuencias para la atención a personas con otras enfermedades. Sastre lamenta sobre todo los efectos sobre los pacientes crónicos, la anulación de visitas domiciliarias, y la reducción de seguimiento y prevención de patologías, entre otros. Según las últimas cifras disponibles, en las Baleares hay actualmente 613 profesionales sanitarios infectados con COVID, además de 146 trabajadores sanitarios en vigilancia.
Estas son las palabras de María José Sastre al respecto de esta petición y del problema actual: